miércoles, 25 de julio de 2012

Historias 183 No debemos de confiar



Ese 15 de septiembre llegaba al centro de la ciudad de México, con mucho trafico y bueno era de esperarse iba al Oasis era de las primeras veces que acudía aquel lugar y  con Eduardo llegamos esa noche me gusto me era grato porque ese lugar me gustaba más que nada por el tipo de gente que si la vez en la calle no pensarías que es de ambiente., a esa hora aquel lugar  estaba lleno a tope,  un lugar con mucha gente aun que a veces sea incomodo siempre será es  lo que hace el ambiente.

 Al principio pense que no conocía a nadie y por ahí nos colocamos, ya en transcurso, nos colocamos cerca de un grupo de vaqueros al principio no paso nada pero después de uno rato, con algunas cervezas empezó la platica con ellos era un grupo de Jalisco,  después de un rato ahí me di cuenta que cuando estamos con algunas copas te algunas personas presentan cambios desde los más simples hasta los complejos el alcohol desinhibe a las personas, y nos habré puertas desconocidas.

Ya casi para acabar esa fiesta me fui al baño, la cerveza siempre hace su trabajo y cuando me regrese vi a Eduardo besandose con uno de esos vaqueros, inmediatamente le comente que nos fueramos asi fue. Así fue una de las discusiones con justificación al grado que me tuve que bajar de su auto y retirarme a casa en taxi. 

Ante aquella evidencia grave el no negaba como siempre, y te das cuenta a veces no son por celos, o  porque uno siempre este buscando problemas siempre confiamos en las personas en ese caso las parejas confiamos al 100 % pero cuando suceden estos detalles  la confianza se acaba, para algunos no pasara nada pero se que cuando andas con alguien y más con pareja debe de haber un respeto así como tolerancia prudente pero a veces podemos rebasar ese pequeño limite  en mi caso soy de la personas que creemos en las relaciones estables hoy en un ambiente complejo pero creo se puede y es posible.




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