viernes, 13 de julio de 2012

Historias 153 Cuanto arriesgamos cuando puede ser tan simple



Aquella noche era viernes, fue la primera véz que salia con Eduardo el que habia conocido cuando corria en la alberca, me presento a su prima y hermana y unos amigos pensé que seria ir a una fiesta pero no fué fue una reunión en casa de una amiga de ellos, asi todo empezón con platicas sencillas y que casi ni se escuchaban solo habia de beber brandy que no me gusta no solo por los malestares al dia siguiente si no qué prefiero la cerveza, con el paso del  tiempo la platica poco a poco empezarón la risa, sobre todo esa noche era especial apenas conociendo a Eduardo.

A veces cuando es las primeras veces que conoces a alguién cuantas dudas, temores, sobre todo porque uno vaya a regarla en decir algo, y si no encajas en ese ambiente todo se cae, pero ahi estaba, poco a poco el humo del cigarro, las risas y la platicas mas fuertes son sinonimo que la reunión estaba en su punto pero lo mejor que alcohol ya en la venas y en estado de animó.

Y recuerdo que ya se me habiá subido baje al baño y cuando me encontre con Eduardo  le di un beso, con el temor que tenia para que nadie de los bugas de la reunión me viera o de dieran cuenta al  final creo nadie lo noto, y aqui viene la pregunta porque hacer tanto teatro su cuando podemos expresar los sentimiento, estos deben de ser expontaneos, el detalle a veces la inseguridad y sobre todo el darme valor para hacer las cosas me habian colocado ahi, pero a veces nuestros temores no hacen llegar a situaciones incomodas a la vez chistosas  bueno lo que aprendi de esa noche es que no debemos esperar a llegar a esto cuando estamos seguros de lo que quieremos solo actuar y expresar lo que queremos de gente en su momento. 





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