jueves, 27 de septiembre de 2012

Historias 311 La cita




Ya tenía poco tiempo después de haber salido del closet, pero como todo siempre es necesario aprender hay tantas cosas en la vida que desconocemos  aquella noche de sábado fui al  Le´baron antro gay,   pensado que seria una vez más algo de rutina así llegue con mis clásicas dos cervezas espero poco a poco se iba llenado el lugar. 

La música como siempre buena como siempre bailando solo, que remedio a esperar a que alguien me sacara era muy difícil solo seguía el ritmo y ahí estaba en aquellos escalones que llevaban a la pista, pero ya estaba cansado decidí irme a un costado de la barra, ahí donde había más espacio viendo el reloj ya estaba cansado, en ese momento me di cuenta que aquel hombre que estaba parado a un dado de mi, barba de candado, velludo,  usaba lentes, en apariencia tímido pero interesante de momento volteamos el primer saludo fue con la bebida un salud, y así inicio la platica era un estudiante de Ingeniería el detalle era de Querétaro.

Tras una breve platica me intereso cuando vemos que los eslabones se van juntado, hay atracción, química, me gusta lo que veo, y la platica te vas dando cuenta que es  buena la opción por lo menos en mi caso que en esas fecha nunca había tenido pareja, y siempre que pensaba cuando llegaría.

En el momento menos pensado nos dimos un beso, que todo lo hizo más intenso hasta me prendió más, sientes como el cuerpo empieza a reaccionar, pero  estas descubriendo, me gustaba cada detalle,  pero no todo era miel sobre hojuelas, él visitaba la ciudad eventualmente, y pasarían a recogerlo un familiar alas puestas del antro, pero ya había una razón más para venir más seguido.

En aquellos años ni celulares, ni intenet ni redes sociales eran el medio de comunicación habitual era más complejo solo acordamos que él regresaría la siguiente semana en el mismo lugar nos veríamos así lo acordamos.

Yo lo despedí antes que subiera al auto que lo esperaba y tome rumbo a casa a descansar después de una noche diferente, el detalle el destino a veces nos juega mal, yo por aquellos días en esa siguiente semana  no pude ir el siguiente sábado me había intoxicado  por lo que perdí mi oportunidad de haber conocido quizá la hubiera  algo importante para mi,  nunca  lo volví a ver, regresaba al lugar pensado que lo vería pero nunca regreso.

La vida a veces nos juega en contra  porque no pude llegar a esa Cita.


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