Ese día cuando descubrí a Eduardo
en los baños de vapor había sido un golpe no solo a la confianza sino a mi mismo cuantas cosas no sabia, cuantos
detalles y cuantas mentiras, como es posible que una relación de más de 7 años
se hubiera tirado por la borda, el detalle creo que fue un error de parte mía
pensar que las cosas estaban bien cuando no lo eran, cuantas oportunidades hubo
que acabar esa relación se presentaron y yo como un estúpido creyendo ciegamente en él.
La realidad en el ambiente a
veces solo vemos una cara como el
iceberg lo que vemos es solo a a
punta que esta sobre el mar es la más pequeña que nos guarda muchas sorpresas por debajo.
Como la Caja de Pandora que al
abrirse encontramos todos los males del mundo en este caso había encontrado mi
caja que guardaba no solo el término de una relación sino había enterrado mis sentimientos, mis ilusiones pero sobre
todo de dejar de creer en
una relación estable.
Con las alas rotas y el corazón
también se me había abierto la caja de pandora, pero lo que era peor como era
posible que una persona llevara una vida doble, la realidad me decía que si era
posible y bueno ahí a empezar a retomar el camino no había otra posibilidad.
Esa fue de las amargas experiencias.
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