Historias 285 Casi lo logramos Colombia con corazón

En aquel día me habría emprendido la idea de tratar de proponerme de conocer a alguien, es como sueño de todos el poder contar con una pareja, tome la determinación de dejar el sonido que me ocupaba los fines de semana  y no podía salir algún antro, ese viernes fui al Butter era mí la primera vez que lo conocería, llegue al lugar me impresiono lo grande y sobre todo muchos elementos que lo caracterizarían  como espectáculo  bien elaborado, y bueno aquella pista que permitía caminar alrededor de ella, en transcurso de la noche sin novedad como en la mayoría de las veces, y siempre pensaba que hacer para llamar la atención, esa inseguridad de no poder aventarte cuando a alguien le llamas la atención mi principal problema,

Caminado por aquel  pasillo alce la vista y vi aquel cabrón de bigote un poco más alto que yo, que me sonreía así empecé aquella pequeña platica me gusto y hicimos química, era un médico que estaba haciendo su residencia temporal venía de Colombia, fue un gusto enorme sobre todo porque para mí había logrado por lo menos el primer paso romper el paso e iniciar una conversación.

La música llega a su punto máximo el ambiente era muy grande hasta al grado que la gente cantaba  muy bien y yo contento con aquel médico.

Y poco a poco avanzado la noche fue cuando nos retiramos y fue una gran noche de aquel porque aquel no solo estaba marcado era mucho más de lo que yo había pensado y no era velludo, he ahí rompiendo hasta mis mismos ideales.

Termino el día nos despedimos un abrazo, transcurrieron los días y por cada momento sintiendo una sensación rara de volver a verlo pero  porque me había no solo sorprendido sino aquella personalidad  pero sobre todo el la cama era cabrón.

Pasaron  días y regrese al aquel lugar siempre con la idea de volverlo a ver  pero aquella noche no llego así me regrese a casa por mi mente pensaba se podrá enamorar con alguien en una sola noche, no solo la personalidad pero también en la intimidad era todo perfecto y esa noche no llego.

Regrese nuevamente paso una semana regrese aquel lugar y bueno después de haber empezado el espectáculo  yo viendo a detalle, mire por el pasillo y vi aquella cara y sobre todo aquel bigote con emoción hasta me latió mas el corazón, en efecto era él y así nuevamente empezó la conversación que termino mejor de lo que yo había esperado y me comento que no podía explicarse porque también estaba sintiendo algo especial conmigo, salvo el  único detalle era casado y tenia familia en su país, el detalle comprendí muchas cosas la primera las cosas buenas a veces son muy limitadas y se pueden disfrutar poco, por la mañana nos despedimos me dijo te doy mi número telefónico  pero no llevaba con que  anotar ni pluma ni lápiz (En aquellos años el celular no era común  el Internet no había Llegado) me lo dio pensando que lo aprendería de memoria y se fue, llegue a casa lo primero que llegue fue anotar el número pero solo recordaba los cuatro números, no logre obtener por completo el número, y no pude ir por unas semanas al antro así la oportunidad se me escapaba de las manos, volví a ir pero nunca lo pude ver de nuevo solo tengo ese recuerdo de ese Colombiano que hizo sentir por un momento que todo es posible solo falta que uno quiera, solo arriesgarse quizá funcione, quizá no pero por lo menos lo intentamos. 

Y aquel Colombiano nunca más supe de el me habia robado el corazón.