miércoles, 19 de septiembre de 2012

Historias 291 El esfuerz en vano



Una noche de fin de semana  como cualquier otro llegue al Ansia (antro de ambiente gay al sur de la ciudad de México), y como siempre iniciando el mismo proceso, el Tratar de conocer a alguien  pensando que  podría ser una noche de suerte cuyo objetivo el de  conocer a la persona que siempre he esperado,  aquel que puede ser la pareja que he buscado,  o al amigo, buen me conformo con que  haya por los menos un saludo o platica o al menos una risa, porque  a veces nadie me pela  en  la mayoría de las veces me la paso solo.

Entrando al lugar lo primero que hago es ir al Baño, siempre ir a ver al espejo a ver si esta bien acomodada la ropa, etc., es una de las cosas que debería de haber en los antros porque algunos descuidan sabiendo que la gente de ambiente, siempre  tratara de verse bien o tratar de verse aun que  la mayoría nos vemos siempre igual no vistiendo la ropa de moda, o la fragancia  o todo lo que sea el último grito de la moda.

 En la pista  doy una vista en general de cómo esta el ambiente  o la gente que esta bailando o parado  alrededor  tratando de encontrar  lo mismo que yo,  no se ve nada ningún candidato para conocer,  la música en este momento  tranquila la verdad ya hasta  sé que canción va ir a continuación.

 Después de todo esto inició el show  así cambia la rutina  para ver más detenidamente quienes llegaron o por lo menos en la lista de posibilidades, por ahí un cabrón que acaba de llegar me gustan, su aspecto rudo como me gustan y bueno viene acompañado con dos personas  pero no se si alguna sea su pareja o en su caso amigos es una barrera. 

Después de un rato observo detenidamente que se quedo  por más que trato de llamar la atención  pero ni me pela ni siquiera voltea a ver,  se me viene a la mente como poder llamar la atención de esa persona pero no pasa nada,  ni siquiera me observa.

Así paso el tiempo, voy al baño ahí para sorpresa me lo encontré pero para que no pensara mal de mi discretamente lo observo y  casi de salida me sonrió, solo le conteste con un movimiento de cabeza, y ya en la pista lo trate de buscar pero veo que ya esta  pidiendo la cuenta al mesero, ya se va con sus amigos o ya no sé si son sus amigas porque la dos que va con él son muy obvios (locas).

Corrí y  alcance a llegar a un lado de la puerta  y lo veo el cabrón se detiene y pide una pluma al vigilante y anota su número en  una servilleta me la da y me dices me hablas., solo le comente vale campeón y se fue. Antes no había celulares en forma común, ni redes sociales, ni correo electrónico así que eso era un gran tesoro.

Me quede en antro la noche era joven, me puse a bailar de gusto ya tenia lo que quería el teléfono de esa alternativa, pero la música llego a su mejor momento y los disfrute  y bailando solo como siempre, el detalle en un lugar cerrado hace mucho calor y el detalle estaba sudando lo primero que hice fue buscarme en el pantalón algo para limpiarme aquel incomodo sudor, así lo hice me limpie con lo primero que tome, una vez terminado la canción de moda me fui al baño  viéndome al espejo note que tenía una mancha en la cara color negro como de plumón, tome papel  me limpie pero a la vez me acorde de aquel tesoro guardado en la servilleta ( el teléfono del cabrón ) rápidamente busque en mi  bolsillos del pantalón y encontré le servilleta todavía húmeda pero el detalle la tinta corrida y el teléfono distorsionado, que no logre entender solo el numero inicial y dos en medio, el nombre no se notaba esta era causa de haberme manchado la cara.

Todo noche pensé que encontraría algo,  pero no fue así, todo el  esfuerzo en vano nunca volví a ver aquel cabrón desde ese momento los números de teléfonos lo anoto en un papelito pero nunca más en una servilleta.

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