El otro día tenía a tiempo a casa, camino por aquella avenida aquí
en la ciudad siempre andamos con prisas y lo vemos a diario, como la gente casi
corre, por ahí en esa caminata no falta que pase alguna persona que te llame la
atención, que pase en dirección contraria, o vaya en su carro, o en trasporte
siempre la hormona nos despierta el interés hacia los es involuntario, no lo
podemos controlar, es el instinto natural
que se da cuando los vemos y trabaja la mente pensado muchas cosas, por un
instante te alejas de la realidad.
Ese tramo de la calle es
demasiado angosta, la banqueta adelante
de mi va una mujer pero su paso es
demasiado lento y caótico siempre se aparecen cuando menos lo imaginamos como
la ley de Murphy, cuando estamos con poco tiempo siempre urgen los
inconvenientes menos pensados, el detalle no hay forma de esquivarla.
La mujer con el paso lento y
torpe no se apura pero casi la rebaso pero no hace el mínimo intento por
quitarse no es como en una carretera que auto te la señal para que rebases por
la izquierda y prenda las luces aquí es diferente por más rápido que camine la
mujer, esta va es un mundo y hablando
por celular, finalmente acaba su llamada pero en vez de acelerar sigue con su
caminar lento, yo casi la le piso los
talones, pero creo que a la dama o ya se dio cuenta y piensa que le voy hacer algo o que la estoy
ligando, pero finalmente ¡Gracias a Dios! …en este tramo la banqueta es mas
grande y la rebaso, solo pienso la cara de aquella mujer lenta que pensó me la
estaba ligando, cuando lo que me llama la atención son los cabrones.
Finalmente llego a casa a
tiempo, te ha pasado alguna vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario