lunes, 24 de septiembre de 2012

Historias 302 El Bulto


El nombre del municipio se debe al abogado teziuteco Don Rafael Martínez de la Torre, Veracruz  quien facilitó mediante la donación de terrenos de su propiedad el fundo legal donde se constituyó la cabecera municipal de este municipio y el de San Rafael La ciudad cuenta con unos de los ingenios azucareros más importantes del estado.

La historia de Martínez de la Torre tiene su origen más remoto, dejando de lado los dispersos asentamientos totonacas de la zona, en 1867 cuando se le denomina "Los Llanos de Almería" a la región encomendada a un grupo de españoles, lugar donde se ubica actualmente la Ciudad de Martínez de la Torre.”


Este pasado fin de semana llegamos a esa Ciudad y a su  plaza principal  por la noche después de haber disfrutado de un día soleado en las playas de Tecolutla, cerca de ahí, el cansancio valía la pena después de haber cenado con la comida típica el pensar de degustar café se antojaba el clima muy agradable algo de calor y el fresco,  sobre todo a pesar del haber estado con un día pesado desvelados por el viaje y cansados por ir a la playa,  valía la pena ahí en aquella plaza dos cabrones con todos los atributos solo palabras de exclamación y sobre todo en imágenes pensando en esos cuerpos movimiento, no se si sería de ambiente pero estaban muy bien.

Con el grupo de amigos que estaba llegamos a tomar el café, a la plaza principal, que por cierto algo caro, por ahí entre la platicas vimos llegar aquel lugar un cabrón con la primera imagen es ese cuerpo fornido, bien formado aquellos brazos torneados y sobre todo la espalda de trapecio, sin palabras era un Dios, pero sentado en la terraza de aquel lugar por lo no que no podía ver bien aquella estampa que por increíble que fuera hacen más interesante de aquellas tierras.

Entre la platica   no dejamos de voltear aquella terraza para por lo menos admirar aquel monumento a hombre perfecto, un que este estaba acompañado de una mujer, bueno todo es posible en mundo de la imaginación, con la esperanza de ver aquel hombre por lo menos como era de cara y su cuerpo que no dejaba nada a la imaginación, algo que nos derretía la curiosidad.

Al poco tiempo vimos que pidió la cuenta, como nuestra mesa estaba enfrente de las escaleras de salida era evidente estaría enfrente de nosotros, y empezamos hacer todos los movimientos tácticos como en un campo de batalla preparar la estrategia para lograr ver más por los menos unos segundos y quitar aquella curiosidad que nos comía.

Ya se enfilaba hacia el frente de la nuestra mesa todos como los ojos como águilas para ver a la presa y justo cuando estaba enfrente de nosotros una mujer se paro enfrente de nosotros para preguntarle alguna pendejada a la mesera con una sonrisa que parecía sacada de una película terror nos tapo todo lo habíamos estado esperando, nuestra oportunidad quedo anulada.

Y comprobamos que la Ley de Murphy es posible más cuando lo impredecible pasa lo más ilógico,  fue como vimos aquel hombre  alejarse por la terraza y enfrente de nosotros aquella  mujer se estaba riendo por lo menos hubiera estado guapa pero nada que ver eso si una risa pendeja que por mis pensamientos como era posible pero así pasa.

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