martes, 25 de septiembre de 2012

Historias 306 La Necesidad




Aquella noche de Sábados había salido con la intención de encontrar algo más que una platica, a veces el instinto natural es implacable y solo eso e instinto de poder tener sexo, llegue al antro (Disco) y bueno como siempre se sigue un patrón de comportamiento que quizá me falte algún detalle porque siempre me falla a la hora de poder conocer a alguien así como siempre al hora de entrar mirar a todos los que están en el lugar, ver alguna posibilidad pero ninguna la persona que te atrae o viene con pareja o con su grupo de amigos que no lo dejan ni sol di a sombra, por ahí anda un cabrón que se ha pasado de en copa en copa, quizá una terminación de pareja porque hasta se limpia las lagrimas.

Poco a poco va transcurriendo la fiesta el lugar se llena y las posibilidades quizá sean muchas de conocer a alguien pero realidad no son así, por ahí un bigotón blanco de buen ver, trate de llamar la atención pero venia con su pareja muy obvia que había salido del baño, bueno ni hablar.

Así en ese mundo de música, de ruido ensordecedor, risas, de humo de cigarro (en aquellos tiempos no había prohibición de fumar en lugares públicos) de murmullos donde se confunde todo, ahí estaba yo solo en la soledad esperando una oportunidad que ese había sido mi objetivo.

Ni aquel chacal que siempre me veía y había rechazado  en los pasados fines de semana me hacia caso, mi urgencia se volvía una necesidad  y la pregunta que necesito hacer para que me den esa oportunidad.

El tiempo transcurre y el lugar poco a poco se empieza a vaciar,  ni para las compras de pánico soy bueno así que tomo mi tiket del guardarropa y me dispongo a salir, me formo en la fila para entrega de pertenencias y miro quizá por ahí algún despistado me haga caso pero no es así.

Ya en la calle camino veo sombras de gente que también ha salido del lugar en mente pienso que No fue mi día, llego a casa tan pronto casi a punto del alba, el cielo empieza a colorearse de tonos naranjas y el frío es intenso, llego a mí recamara y me acuesto, pero la necesidad insatisfecha sigue ahí como penitencia, solo con una masturbación tiene remedio, a veces culpable pero creo que es mejor así, ya llegará el fin de semana y las cosas podrán cambiar.

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