En aquel Coyoacan del siglo pasado, contaba todavia con lugares extraordinarios, como aquel llano cerca de las canales de agua que todavia habia en aquellos años , en una noche de sábado se reunian los amigos, como siempre en primera para pasarla bien, alguna platica, jugar baraja, domino y tomar cerveza, ya era avanzada la noche, a poco rato llego Jesús.
La conviencia era amena entre platica el humo del cigarro y el trago de bebida, ya era tarde, en eso Jesús noto algo raro en su amigos como mudos con la expresión en sus caras, le dijé que pasa, en sequida a que silencio congelante aparareció y con solo unas palabras le - ya vistes lo que hay allá, el no veía nada, en aquel jugar la oscuridad era mucha y la luz de los postes apenas alumbraban el lugar, tratando de encontrar que era lo había ahí, no hasta que vio aquel columpio se movia freneticamente, al momento sintió ese escalofrió, al ver que el movimiento, su primera reacción fue correr, pues lo que habia visto no era para menos, tanto que se sofoco y descanso en plazuela.
Y apenas estaba tomando aire cuando a lo lejos vio un señor alto de sombrero solo le distinguia la sombra el detalle la oscuridad era evidente, con miedo levanto la vista este estaba tan cerca que escucho la voz quel señor que le dijo – Aquién viste, Jesús sintió que el mundo se le acababa levanto la mirada solo para vér la luz roja del cigarro de aquel señor de negro, tanto fue su terror que nuevamente se puso a correr para llegar a su casa las fuerzas se le acababan, y los ladridos de los perros por las calles de la colonia es escuchaban, como pudo llegar a su casa con una patada abrio la puerta para quedar desmayado, sus papas se quedarón con el toda la noche.
Y fue tanto el trauma que le duro por varios meses, hasta ahora no le encotro explicación de aquel Señor de negro que corto la inspiración de aquella reunión.
Relato recopilado
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