Apenas había conocido el oasis el Bar de la calle de Republica de Cuba en
el centro de la Ciudad, me gustaba porque es el Mèxico, de las películas de blanco y negro, típica cantina
donde miras desde el albañil, el chofer,
el policía, el contador, yo en mucha gente que nunca imaginarias y son de las
mismas preferencias de nosotros, acudìa yo los Sabados, siempre el lugar lleno.
En una mesa central siempre ubicaba a Salvador( un oso, gordito, pelon de
barba de candado) siempre con su grupo de amigos, yo no lo conocía pero la verdad su apariencia
no me gustaba y mas por sus gesticulaciones, desde como tomaba el envase de cerveza y su cigarro, se pude
decir muy femenino, y en este medio los hay para todos los gustos y preferencias,
pero no era de mi agrado, y asi paso el
tiempo y fueron muchas veces, hasta mentalmente pensaba que me caia gordo esa
persona, hasta me era molesto.
Fuè un dia que lo conoci por casualidad en una fiesta de los osos, me lo
presentaròn no recuerdo quièn, pero al principio ni caso le hice, pasaròn los días
, y poco tiempo lo tenia como agregado en la pagina de los osos, y desde momento se
iniciò una comunicación virtual, pero con el trato en un principo de mensajes me di cuenta que estaba yo totalmente
equivocado, era una buena persona y
sobre todo muy coherente cosa que aquí en este medio falla, asi fuè lo trate
màs y es cuando reflexionas
“Cuantas veces hemos juzgado mal a
una persona, solo por su apariencia “
Sera porque pero no sabemos que los
valores y la forma de ser son únicas de una persona, siempre hay que conocer para dar una opinión
de las personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario