Aquella noche de invierno el viento soplaba, y gente no salía de sus casas por el frio
inclemente, en aquel consultorio del viejo doctor haciendo sus últimos apuntes
para salir de una día de labores , ya casi por salir alguien le toco a puerta,
era una niña de unos 8 años le pidió si no podía ir a su casa porque su
abuelita estaba muy enferma, el Médico la miro, tomo sus cosas y su botiquín y se enfilo por la calles
frías y oscuras, caminos varias calles y después en una vecindad derruida subió
a un cuarto alumbrado por una vela.
El Doctor miro aquella anciana con una fuerte gripa la
atendió y le aplico medicamentos para aliviar sus síntomas, preocupado por la
precaria situación de aquella anciana le dejo algunas muestras medicas para
aquella paciente que haciendo memoria
era una antigua sirvienta que atendió la casa de sus padres (Del Doctor),
ya un poco bajo la tensión, le comento a la anciana, que buena nieta tenía que había
ido por el.
La abuelita desconcertada miro al doctor y le comento que su
nieta había muerto unos meses atrás, le señalo con el dedo y en una esquina en
una caja de madera estaba un chal y una zapatillas viejas
y sencillas.
El doctor solo sintió escalofrió.
recopilación
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