Historias 362 Días de Muertos

Hace años cuando era niño apenas llegaba Septiembre, ya se percibía el color del sol y olor de los primeros días de Noviembre, los días de muertos en aquellos años desde el 31 de Octubre, Mamá empezaba a poner la ofrenda antes de las 3 de la tarde llegaba las animas de los difuntos pequeños, y los días 1 y 2 los Difuntos grandes, según si la persona había fallecido es el transcurso del año esta vendrían al año siguiente.

El olor  al copal se percibe por todas la casa, así como el aroma de la mandarina, guayaba  de la ofrenda, y cuidado conque agarres algo de la ofrenda porque se molestaran  las animas y te asustaran.

En aquellos años tomaba alguna caja de zapatos con las tijeras hacemos los ojos y bocas  con un trozo de vela al principio sin luz  pero así salía a pedir calavera, a cuanto persona  pasara por la calle, cosa que a mi padre no le gustaba, pero siendo niño todo es posible así comentamos quinto para la calavera (lo del quinto quizá venga desde a principios de siglo XXI pero poco a poco se juntaba para la vela así eran aquellos días.

Después del primer día si alcanzaba con la colecta de la noche anterior acudía mi hermano y mis sobrinos a un terreno cercano de Doña Teresa ella una viejita que nos vendía los Chilacayotes (especie de calabaza en algunos lados conocida Chayota) y sé hacia ya una calavera de calabaza, con su vela estaba genial y después de un rato empezaba a oler a calabaza cocida por la vela ese olor que me gustaba.

Recuerdo todavía haber ido al Establo por Leche para Mamá y en camino gastar los recursos de la colecta en alguna golosina o fruta, así como ir al panteón a visitar a las tumbas de los familiares un día de fiesta, y color en el panteón que esta a media cuadra de casa, y que algún día regresare ahí a donde están mis familiares desde tiempos inmemoriales.

Finalmente se levanta la ofrenda y a comer lo que quedo de ella, es raro porque la fruta y el pan no saben igual según se dice las animas se llevan la esencia de la ofrenda  y bueno habrá que esperar otro año para vuelva esa magia del culto a los muertos el día que  les permiten cruzar  nuevamente  y desde tiempos prehispanicos se conservan en México.