Aquella tarde me hablo Eduardo, la verdad me hablaba entre cortado y llorando le comento que su Padre le había golpeado e incluso tenía una lesión en cabeza, el motivo se había dado cuenta él era Gay y que sus sospechas no eran infundadas y así fue la agresión.
Con el paso de tiempo se arreglaron las cosas en su casa pero siempre no faltaba oportunidad para que le cuestionaran su forma de ser, en su casa Eduardo era el tercero de cuatro hermanos, los detalles viendo la situación era más responsable que sus hermanos nombres y veía mas por sus padres, pero ni esto le valió porque siempre era cuestionado hasta que él murió tragicamente, sus padres se dieron cuenta de su error pero fue demasiado tarde.
Creo que todos en su momento hemos vivido alguna situación así, en la escuela, en la oficina pero en la casa con la familia, a veces con algún primo, por algún hermano que no la llevamos bien, o familiar, siempre te preguntan “Cuando te vas a casar.” Y con solo preguntar eso ya es homofobía, porque te tratan que quedes mal, cuando es cosas de nosotros y no de ellos.
A veces debemos de tomar el toro por el cuerno, no debemos sentirnos mal al contrario debemos ser como queremos y somos y sobre todo no tenemos porque ocultarlo pero todo en su momento debemos de defenderlo nadie debe cuestionarnos porque somos como queremos ser y porque vivir en el closet y perder lo maravilloso que es la vida.
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