Hace
unos años en Aquel día me quede ver con Lalo, no había planes con tal de verlo
quizá a cenar, al cine no se cualquier cosa solo el hecho de compartir algo,
por desgracia aquel día amenazaba con llover y bueno llegue antes de la hora,
me preguntaba qué bien será volver a verlo ya apenas lo había conocido no menos
de 15 días y bueno era para mí algo
nuevo, siempre ...la expectativa,
pasaron 10 minutos y no pasaba nada, solo veía si algún auto se detenía o baja
alguien del transporte público esperaba verlo pero nunca fue así.
Empezó
a llover al principio caer gotas que se convirtieron en un aguacero, como pude
libre las primeras pero no las ultimas y no llegaba ya mojado hasta veía el
vapor a la hora de respirar, me pregunte otros 10 minutos, paso el tiempo y
nada al final había transcurrido una hora y nunca llego.
No
solo me habían dejado plantado, en mi corazón y mi mente se preguntaban porque
si para eso está la comunicación por hacer quedar mal a la gente cuando un
mensaje o una llamada porque jugar así con los sentimientos para mí una de las
cosas que he aprendido es compartir desde lo más simple y mis sentimientos en
el fondo son nobles no busco más que afecto y que alguien sea la motivación,
pero ese día no fue así, cuantas cosas me habría evitado, pero me dado cuenta
que a veces el corazón nos traiciona volvemos a las mismas en ocasiones lo que
sentimos por la gente es más grande de lo que podemos imaginar y aguantamos
pero la pregunta y la otra parte ni siquiera lo piensa.
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