martes, 24 de septiembre de 2013

Historias 572 Sin poder hacer nada


En aquellos años ya en la universidad llegaba a mi primera clase después de hacer hecho todos los tramites por fin la licenciatura, según yo había checado los horarios y los grupos todos mis amigos de la vocacional (preparatoria)  no estaba en esa facultad por lo que no conocía a nadie.

Así llegue a la  escuela ese primer día pero llegue un poco tarde a la clase y pedí permiso al maestro ya estaba avanzada esa clase de contabilidad de costos, la verdad ya con los términos más técnicos y algunas cosas nuevas, al explicar el maestro y ver todos participaban me puse a pensar creo no va se mi carrera la verdad me falta mucho conocimiento, hasta nervioso estaba, es clase que si me hizo reflexionar, pero lo bueno termino, baje rápidamente a volver a ver los horarios y mire que me había equivocado de semestre estaba en los 3er semestre y yo era de primero como pude me traslade al otro edificio y logre entrar a la segunda clase, me senté en el primer lugar que había encontrado ya ahí realmente supe que era de primer semestre ya me había preocupado.

Ese clase la pase bien con la presentación de los compañeros, y yo estando en el closet siempre viendo y evaluando con la mirada a todos los compañeros, y el toco el turno a Francisco al presentarse lo mire y me impresiono desde ese momento pensé tengo que hacerme amigo de él. La verdad me había gustado era lo más rescatable de todos los compañeros., y en efecto empezó desde una buena amistad hasta convertir en mis mejores amigos de toda la carrera, pero más que nada era por el afecto, en realidad mi amor platónico, no podía decir que me gustaba, porque me mandaría a la fregada, y en realidad yo estando en el closet no como ni sabía cómo manejar una situación así.

Empezó a transcurrir el tiempo y la relación de amistad pero también el afecto que yo sentía pero solo yo lo sabía, hicimos el cambio de horario para la tarde así fue el compañero inseparable de muchas actividades, pero siempre en la mente que me gustaba pero como decir o expresarle, no podía.

Hubo una ocasión que me invito a su casa a una fiesta, me gusto fue una de las primeras ocasiones que no me quede en casa, me invito a quedarse en su casa, que emoción, pero al terminar la fiesta la pregunta donde me quedaría a dormir, el en me comento te quedas en la misma recamara, no lo podía cree, así fue aquella noche nos quedamos en la misma cama, en la madrugada pensando tan cerca pero a la vez tan lejos de  una de las personas que más he querido, pero ni como expresarlo, así fue esa noche me venció más el sueño y todo quedo en posibilidad.

Así paso el tiempo y fue en el 7º semestre de la siempre al inició del cada semestre nos volvíamos a presentar todos porque  siempre los grupos eran nuevos, en aquella ocasión Francisco menciono al final de su presentación “ y me gustan las mujeres”., no logre entender porque ese final, hoy comprendo que quizá la gente o los compañeros pensaba que era mi pareja o que era de ambiente un que yo siempre en el closet, pero fue desdé ese momento que empezó como un grieta que empezaba a separar nuestra amistad.

Empezó a ser más cortante en algunas situaciones, e inclusive me elimino de su equipo cuando supe ya estaba en une quipo extraño y en ese equipo una compañera que creo empezó andar con ella y hasta hace unos meses me estere que acabo casándose con ella, pero en esos tiempo me dolió y para punto final el último día de clases de la licenciatura pensaba festejar con mi mejor amigo, pero no lo encontré ya se encontraba con sus nuevos amigos y con su novia, la verdad en tanta gente, la música y los mariachis ya no lo localice, por lo que opte por caminar de regreso a mi casa.

Ya en camino pasado por el estacionamiento me gritaron “Roberto a dónde vas “les conteste que ya me retiraba ellos eran unos conocidos del grupo de los más arrogantes de la facultad pero me extraño y me comentaron vente con nosotros a festejar me sorprendió bastante y bueno no teniendo más amigos me fui con ellos.

Así culmino una de las etapas emotivas, pero a la vez tristes de la vida el de tener a mi mejor amigo, el de enamorarme platónicamente de él, y de estar tan cerca pero la vez tan lejos, así como de dejo de hablar sin importar aquellos años de amistad sincera que estando en closet lo único que nos queda en vivir en ese mundo de silencio pero lleno de sueños que cuando se regresamos a la realidad son tan distintos.



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