Historias cuentos de la Revolucion Mexicana
María y miro que las pocas reservas de maíz se agotaban, el poco frijol
que había quedado de la ultima cosecha, solo quedaba la mitad de aquel
saco , los pocos animales eran unos cuantos pollos y esa toda su
reserva, no podían salir a trabajar, el pueblo era inseguro, un que con
pocos pobladores, a veces llegaban los pelones andaban en casa en casa
levantando cabrones para leva (reclutar personas) o buscando armas y en
la mayoría de los casos abusaban de las mujeres y se las llevaban para
servirles de mujer y ayudar a la tropa al final nunca se sabría de
ellas.
Si caminaban a la ciudad, las veredas estaban plagadas
de asaltantes, les robaba lo poco que tenían si no la misma vida, la
otra opción era los pedregales, pero había alzados, así como muchas
alimañas, víboras e insectos peligrosos era lo de menos en aquellos
días, con el levantamiento armando la gente no salía ni de sus casas, y
no había gente en las calles, ni plazas, los rumores de los acontecía
llegaban poco a poco, el miedo y la impotencia.
Aquella tarde
poco a poco moría y la noche llegaba aquel miércoles, el olor de te de
azares con piloncillo invadían en ambiente, el piso de tierra se
despejaba para poner petate lo que servía de cama con aquellos viejos
sarapes e incluyendo de jorongo de José su esposo, él no se
encontraba en esos últimos días, había salido en busca de comida sobre
todo de maíz o de l fuera.
En aquella Noche soplaba el viento
en los pirules cercanos, la luna se levantaba por encima del
horizonte, al fondo se escuchaban los ladridos de los perros de las
casas de las orillas del pueblo , ,María tomo en aquel jarro poco té
con un tortilla dorada con sal, así mismo lo hizo con dos hijos, a lo
lejos, se empezó escuchar el murmullo de la gente gritar así como el de
los perros ladrar con mas fuerza , al fondo el sonido de seco de las
balas , María sobresaltada , escucho el sonido del toque de la puerta,
el corazón se aceleraba, el palpitar del corazón que casi se salía del
pecho y la mente pensando quien será el que toca la puerta, era el tío
viejo que le avisaba que llegaban los Pelones le decía - María sal
pronto huye
Apresurada se levanto y despertó a sus hijos, solo la
luz de fogata tomo el machete estaba en la esquina y salió rumbo al
pedregal corriendo por aquella vereda blanca que solo la luz de la luna
alcanzaba a ver , los gritos se hacían presentes en el caserío del
pueblo así como las armas y el sonido seco de las balas y fusiles.
María descalza a lo igual que sus hijos corrían por aquel camino
lleno de piedras, e incluyendo algunas espinas de nopales secos pero
tenia que seguir y no podían detenerse el sonido de los caballos y los
gritos del pueblo erizaban el cuerpo pero no mas aquel
escalofrío que recorría a María como pudo logro avanzar y entrar a los
pedregales , las ramas y los pirules en abundancia permitan por
instantes sentir seguridad , a lo lejos el pueblo se veía en llamas,
casi sofocada por falta de oxigeno por aquella carrera logro detenerse
por un momento, el sondo si hizo presente , pero trato de escuchar ,
e incluso le hizo una señal a sus hijos de que no hablaran , trato de
escuchar más, y sintió el terror nuevamente el galope de caballo
subiendo por la vereda hacia el pedregal , Los pelones estaban cerca,
empezó a correr , con mas fuerza sus hijos al limite como pudo llego a
aquella barranca como pudo le pidió a sus hijos que bajaran x
aquellas ramas , el sonido del galope de los pelones era muy cerca
estaban a unos metros podía ver sus sombras y el en aire se sentía el
miedo solo la mirada perdida de María se aventó a las ramas de aquella
barranca, solo logro ver el polvo de los caballos que pasaron a pocos
metros de donde estaba, los pelones habían pasado, solo le quedaba
esperar con miedo bajo aquellas ramas, esta vez habia salvado.
Solo un fragmento de un cuento de la Revolución esperando sus comentarios para continuar la historia.
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