jueves, 8 de agosto de 2013

Historias 538 Cuando el Sol se oculta



Como cada noche de sábado en el Bar de ambiente en aquel rincón siempre llegaba Fausto un hombre gay de 65 años, era una persona ya jubilada,  siempre  con su bebida sentado en el mismo lugar, la tenue luz apenas vislumbraba su cara, serio, reservado a veces conversaba por alguna persona sentada cerca, por  breves momentos le cambiaba el semblante hasta reía y aquella expresión de seriedad por algunos momentos presentaba chispas de no serlo, pero la mayor parte del tiempo solo mirando.

Él había tenido solo una pareja, y habían durado unos 15 años, pero su relación fue muy reservada,  su pareja menor que él era un historiador,    casi no visitaban los  antros ni bares, frecuentaban los cines, los teatros muy tranquilo todo, habían durado mucho tiempo, quizá porque cada quién vivía con sus familias, solo en los últimos años de su relación,  compartieron viviendo juntos cuando murió la Madre de Fausto su pareja se fue a vivir con el, pero a pesar de conocerse mucho tiempo como nunca había compartido un espacio juntos los llevo en poco tiempo a problemas, que derivaron en que acabara ese vínculo.

Y fue ahí donde Fausto tuvo que reintegrarse a ambiente, pero algo complicado no vestía a la moda, su aspecto físico había cambiado el llevar una vida sedentaria y alejada estaba subido de peso, usaba lentes y el cabello cano ya no eran de mucho atractivo, si de experiencia pero limitada el ambiente evoluciona rápidamente en la Ciudad de México, y las formas evolucionan pero también discriminan ese un factor importante porque la homofobia  no se solo con gente Buga si no también  entre nosotros gente con las mismas preferencias por ser mayores de edad, por no ser un adonis, por hacer ejercicio, por usar ropa de marca,  o la loción de moda, por no  ser guapo, por  no tener una posición económica superior, en fin muchos otros aspectos.

Había logrado ir algunos antros de moda para ponerse a tono, por ahí visito el bar electrónico de moda pero la mayoría de la gente es muy elitista, gente bonita joven pero todos tratan de ser la las bonita de la noche en pose o sin camisa como ver quién tiene la mejor pose o cuerpo no le gusto y  no muy accesible, recorrió otro lugar de los osos pero por ser un señor de edad lampiño  no encajo tampoco ese lugar mucha gente de pose y círculos cerrados donde se daba acceso, por hasta le bajaron al novio a una pareja que conocia, tampoco le gusto.


En su búsqueda por reecontrarse con el mismo y ver que había en ambiente gay, llego a antro donde la mayoría jovencitos pero mayoría obvios  y delgados bailando coreografías, suele ser interesante pero tampoco encajo, y asi llego hasta aquella cantina por centro de la ciudad donde puedes encontrar un poco de todos los tipos de  gente de ambiente desde el policía, hasta el chacal, o el obrero pero igual la edad no le ayudaba, pero a pesar de todos trataba de encontrarse y de por lo menos estar en el ambiente en la forma que sea.


Hace unos días llego un joven estudiante y tuvieron platicando, se han vuelo a ver ahí en dos ocasiones, parece que hubo química, la otra semana llega Fausto con un ramo de rosas pero creo no llego la persona que esperaba, porque al irse esa noche el ramo lo tiro al bote de basura, y desde hace unos fines de semana ya no se le ha vuelto a ver en aquel Bar.

Ya pasaron meses y no se habrá pasado con Fausto que siempre estaba buscando una oportunidad como la buscamos todos.


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