Cuantas veces pensamos donde estas que te siento y no veo, son las palabras que muchas veces nos hacemos en muchos momentos en muchas circunstancias, a veces pareciera cursi o que uno presione mucho a la gente pero hay sentimientos que nos hacen sentir indispensables. Recuerdo cuando salía siempre les comentaba háblame para saber que llegaste bien y fue esa llamada algo habitual y con el tiempo costumbre, así mismo recuerdo cuando llegaba a casa y que yo saliera siempre se tocaba el claxon, cosa que mi familia lo sabia, el sonido del motor del auto era inconfundible, quizá como amigos fue una de las cosas que más extrañe cuando murió, a veces pienso que volveré a escuchar el claxon, solo en ensueños, a veces los pequeños detalles y no siempre las cosas honrosas nos hacen recordar, aquí hoy haciendo nostalgia.
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