Historias 621 El Tratamiento

Desde niños nos hicimos buenos amigos  Ricardo era su nombre, no recuerdo si desde antes de la Primaria o  en Primer grado por aquella ocasión me había tocado en el turno de la tarde, y recuerdo que desde aquellos años las preferencias sexuales ya vienen  arraigadas que se manifiestan de muchas maneras, desde el tratar de hacer amistad con él más guapo de la clase, o cuando se juegan partidos de fútbol  o la clásica cascarita  que realmente no lo sabia jugar y hasta la fecha pero no me gustaba,  pero siempre me alejaba cuando pasaba esto y a su vez los compañeros de clase siempre empezaban a clasificarme como el raro, y bueno este amigo era de mi grupo tampoco le gustaba el fútbol.

Ricardo vivía cerca de la escuela, provenía de una familia  muy conservadora  y  muy apegada a la religión, conforme avanzo el tiempo, lo poco que me podía comentar es que  sus padres lo había integrado al club de los boys scauts principiantes, cada lunes me comentaba sus experiencias era uno de mis mejores amigos a edad de 8  años que mejor poder contar con alguien.

Un lunes Ricardo no llega a clases no se podía haber pasado nunca faltaba  llego el miércoles pero su forma de ser cambio mucho era mas retraído ni me hacia caso, y se quedaba sentado en la hora del recreo, ni yo pude saber que le había pasado, su forma de ser era diferente, hasta aquella maestra lo agarro de encargo  y lo castigaba en clase por no hacer la tarea o por no responder correctamente,  en ese entonces como poder preguntar que le pasaba pues uno a esa edad ni saberlo ni como ayudarlo,  en los siguientes días llamaron a sus padres y hubo una especie de junta con el profesor  lo más me dolió es que su padre lo reprendiera delante de todo el grupo.

Y bueno asi continuo esos días su actitud de Ricardo cambio, por ahí una ocasión me comento que lo habían sacado del Boys Scauts  y ahora era parte del coro infantil en  la iglesia cercana, la verdad  a esa edad no damos cuenta cuando algo estaba mal.

En 5º grado de primaria nos separaron y le toco  en un grupo a mi en otro por lo que lo deje de ver, pero yo sabía que teníamos algo en común  no solo las burlas y el bullyn de los amigos por considerarnos jotos, por que asi lo  gritaban.

Me comento Ricardo que sus padres lo llevaban con el psiquiatra que no le gustaba pero  asi era,  finalmente salimos de la secundaria  definitivamente nos separamos como sucede con los amigos de la infancia.

Por ahí una ocasión me toco verlo estar de monaguillo en la Iglesia cercana algo no supe como reaccionar lo mejor que se dio cuenta que estaba ahí, le perdí comunicación  y ya no volví a mirar.

Paso el tiempo,  pasaron los años  yo pude salir de closet demasiado tarde a los 24 años,  pero siempre estaba consiente de mi preferencia sexual lo que no sabía era donde encontrar a las personas con las mismas preferencias sexuales lo  único que pasaba por mi mente era las vestida, o los jotos que asi despectivamente se les llamaba a los gays, era un miedo porque ni yo sabia donde estaban los hombres.

Por fin por ahí rompí era barrera en lugar llamado Calamo un grupo de amigos que en verdad agradezco porque fue la forma más  tranquila de conocer el ambiente, pero en si el ambiente es difícil un camino lleno de muchos obstáculos, en la familia, en el trabajo, en la forma en uno se relaciona, en la uno se enamora porque cuando más pensamos en el hombre no pasa nada o se burlan de uno.

Fueron aquellos días estaba en aquella  tienda en un lugar discreto que todos ya conocemos un samborns  en la área que es común el ligue en  las revistas buscando una revista fiscal al alzar la vista era Ricardo al principio no lo reconocía por el bigote y los lentes  pero me comento no te acuerdas de mi soy tu amigo de la escuela  fue un gusto por volverlo a ver que nos dimos un abrazo,  no dimos los números de  teléfonos en aquellos años ni facebook ni celular había, quedamos de hablarnos.

Pasaron unos días y teléfono de casa sonó mi madre me comento te habla Ricardo al principio no recordaba hasta que ya sabía que era él, quedamos de vernos para platicar por ahí en centro de Coyoacan, un lugar donde hay muchas alternativas para poder hacerlo, es un lugar de doble moral en la Ciudad de México, no hay lugares de ambiente gay, pero solo con que recorras  unos metros podrás ver que hay mucho, parejas en todas  partes  y hoy es un lugar donde es fácil ver  a mucha  gente igual que nosotros.

           Por ahí no sentamos a platicar me comento que desde hace mucho tiempo necesitaba hablar con alguien, porque tenía muchas inquietudes las cuales  no era fácil poderlo hacer en  su casa ni con los amigos, para empezar  me comento que le gustaban los hombres pero le dio mucha pena, lo que le comente que somos normales lo único diferente es nuestra preferencia sexual lo cual no era malo, y que a lo largo de la historia del hombre siempre ha existido, solo que siempre la gente vive en el tabú como un tema prohibido, o una verdad oculta se sabe pero no se habla, que no tuviera pena porque yo era también gay.

Así esa platica empezó a hacerse mas confianza, me comento te tenía un secreto que había sido violado en una campamento con los Boys Scauts, por niños mayores que él, lo que les comento a sus padres que no le creyeron  y le mandaban de nuevo comentaban que era necesario para se hiciera un hombre, lo que provoco mucho problema y sus padres lo sacaron  y lo llevaron al psicólogo lo que después de muchas secciones la verdad no resolvió nada,  sus padres desesperados lo metieron a  clases de Karate, Box  y finalmente natación para que se hiciera hombre lo único que contribuyo es que  su cuerpo se moldeara mejora y tomara forma.

Paralelamente lo metieron más en la religión  con el coro y con las clases de religión  el párroco les aconsejo que así lo podía alejar de esa tendencia lo que no fue asi porque en un  retiro espiritual había experimentado más  cosas homosexuales los cuales, lo habían hecho en vez de más hombre eran más obvio.

Pero Ricardo con tristeza me comentaba que ahora a sus 25 años, él era  Ingeniero recién egresado de la Unam, pero  todavía vivía con sus padres y aun  siempre le reprochaban su forma de tuvo que casarse por complacer a sus padres pero ahora estaba por volverse loco porque ya casi por esperar su primer hijo, pensaba que era él remedió pero es su problema era mayor emocionalmente  confundido.

Yo solo le comente lo principal no perder la calma, tener los pies puestos en la tierra y bueno realmente lo principal es que uno sea como uno quiere ser,  el hecho que padres a veces quieren lo mejor para sus hijos pero, eso este dilema cuando uno es gay, porque las cosas no cambian solo la apreciación el tener la preferencia sexual es única diferencia solo que el debía de romper con los esquemas tratar de vivir solo sin sus padres, pero el problema mayor era su esposa  y su hijo, siendo una responsabilidad  asumirla  el vivir una doble vida no es vida, lo mejor seria hablar con su esposa  y platicar, a veces se involucran terceros y porque hacerles daño.

Aquí lo principal era que hablara con su esposa y tomaran la mejor decisión, siempre habrá una alternativa, nos despedimos  aquella tarde.

Pasaron los años y no supe de saber de Ricardo, una mañana revisando una vieja agenda y pasando los números de teléfonos encontré aquel papelito pegado en una hoja el teléfono de casa de Ricardo,  después de un rato tenía la curiosidad de saber que había pasado con él, y marque  aquel teléfono, el sonar del teléfono y en eso  me contestaron  era la voz de una persona mayor le pregunte por Ricardo, me comento que quién lo buscaba,  le comente que era un amigo de  la escuela, y me dijo Ricardo tiene dos años que murió,  yo solo me quede mudo y le comente lo siento mucho y colgué el teléfono.

Por ahí después de un tiempo me encontré con otro amigo de aquella primaria me comento que Ricardo hace unos años volvió a entrar por tratamiento con el psicólogo, pero nunca supo porque una tarde  tubo una depresión bastante fuerte y se tomo medicamentos que le cortaron la existencia,  dejo a viuda a su mujer y una niña.

Una de las cosas que muchas familias es que se considere a la homosexualidad como una enfermedad  y que algunos grupos sociales o religiosos  piensan que  con un tratamiento se cura o se maneja la tendencia, pero  nunca saben que no  es una enfermedad el tener una preferencia sexual  no nos hace diferente, lo principal mientras uno sea feliz que la vida siga.