jueves, 14 de marzo de 2013

Historias 464 Los días de tormenta




Desde hace un año el alejamiento con Eduardo mi expareja era cada vez mayor, solo compartimos  por tiempos los fines de semana o entre semana más  por costumbre, lo que también en casa las cosas no eran mejores Mama en ese año empezó su enfermedad, y yo en la búsqueda de tratar de salir  de poder encontrarme conmigo mismo pero la necesidad de tener a alguien se desvanecía.

Solo una posibilidad en febrero, pero como todo una llamarada de petate que se encendió tan rápido que solo duro un mes, como fue me dejaron de una día para otro sin explicación  habría que seguir.

Fue aquel 2007  abrumado por tanta presión, en casa y en lo personal se me ocurrió mandar mis fotos para el concurso de osos, por suerte pase la primera fase así fue subiendo, y pase en tercer lugar a la final,  llegue entre los 5 finalistas, realmente no ganaría porque no soy oso, mas bien una nutria pero valió la pena para levantarme la autoestima, hasta Eduardo me dejo plantado ese día del la final.

Llegaba a casa y la enfermedad de Mama día a día empeoraba, y con el ex a veces pasaban días y no le veía, como encontrar alivio sin no tenia a nadie, y bueno solo llamaba algunas veces y bueno la rutina por costumbre pasaba por mí a la oficina, ni sabía porque.

Llega diciembre de ese año, días antes en casa pensé que era el momento de tratar que las cosas cambiaran y arregle el closé por ahí se fueron todos los recuerdos que después busque pero fue demasiado tarde, así inicio un año más lleno de incertidumbre, recuerdo que ese año nuevo  me salí de casa para por lo menos encontrar al menos un respiro pero hasta en ese antro no había mucha gente finalmente tuve que salir en la madrugada, caminando solo por aquella avenida, tenia frío como  presagiando lo que venia.

Fue  en días de febrero que por alguna razón a donde había ido encontré sentado a Eduardo, lo mire y su sonrisa y su cara desencajada me decía que estaba borracho, así esos momentos algo bochornosos porque no me dejaba y me seguía a todos lados hasta recuerdo que me comento que él sería como una sombre que me acompañaría toda la vida, y bueno fue tanta la presión que tuve que reaccionar que  no tuve mas remedio de discutir, me saco de mis casillas que tuve sin pesarlo le di un golpe en la cara, nunca he sido agresivo pero ese día pensaba yo ojalá sea motivo para ya no te vuelva a ver.

Solo me hablo al día siguiente  para recoger un documento que yo tenía, fue hasta la oficina y solo salí a la puerta y se lo entregue, pero note algo raro algo que no había sentido antes, entre reojo solo vi que alejo.

Ya no volví a ver, esa mañana del 14 de marzo del  2008, en la oficina sonó el teléfono y era Eduardo me marco que había soñado a Mama por eso la llamada, (mi madre quizá siempre supo que andaba con él y lo estimaba) así aquella platica se prolongo por casi una hora tuvo que cortar y volver a llamar hasta  me comento que él echaría ganas a su trabajo, a dedicarlo al, lo que me dio gusto, en efecto yo esperaba que me comentara que viera pero nunca lo hizo y ni yo se lo propuse. Y termino la llamada.

Por ahí unos días después nuevamente marco pero solo para preguntar como estaba pero fue muy breve.

Pasaron los días y la enfermedad de mama avanzaba, aquella noche me toco cuidara, había notado a los perros ladraban  inquietos pero no le tome importancia, ya por la mañana a prepararme para ir a trabajar, antes de bañarme solo el celular dos veces logre llegar a la segunda, era la hermana de Eduardo, me comento si lo había visto, pero teníamos  casi un mes que no lo veía solo nos hablamos hace nos días le comente, y fue en ese momento que me dijo que Eduardo lo habían muerto, como balde de agua fría no supe ni como reaccionar, y baje inmediatamente con mis padres y hermano le comente así me fui a trabajar como zombie  no lograba medir la dimensión.


Llegue a  casa del trabajo mire la situación que no era mejor con  la enfermedad de mi madre y subí a mi recamara a llorar, fue en ese momento cuando te das cuenta que la vida es tan frágil, y que a veces el tiempo no lo aprovechamos pero sobre todos ahí me di cuenta lo que realmente quieres a las personas.

Unos  días mas tarde mama también murió, y mi corazón quedo roto en menos de un mes dos personas que habían sido parte importante habían partido, que la comunicación se perdía para siempre ni para donde correr y llegue  hasta cuestionar muchas cosas, y no entendía los caminos de la vida, pero son así a veces complejos y habría que superarlos y salir adelante y desde ese entonces ellos vivirán por siempre en mis recuerdos y en mi corazón y nunca me dejaran solo por que siempre me acompañan.








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