jueves, 28 de noviembre de 2013

Historias Mi primera mascota un Pollo



Cuando tenía 6 años, después de haber pasado unos días en el rancho de la Abuela, regrese de la casa y me había regalo unos pollitos, algo extravagante para la ciudad, infortunadamente en la casa de mis padres en Coyoacan, aquellos años había  espacio, el terreno era grande, así o como entre terrenos no había bardas por lo que permitían ir hasta los canales tipo chinampas al fondo lo que permitía la crianza sin problema de estos animales.


Con el paso del tiempo esos  pollos crecieron y tuvieron pollitos, un día  uno de esos pollitos sufrió un accidente pensé que moría, lo cuide hasta lo coloque en una casa de zapatos, le colocaba ceniza de carbón en su pata herida, así pasaron los día,  el pollo la libro pero quedo lastimado de una patita, y empezaron a crecer solo que aquel pollo por su accidente no crecía y se le dificultaba caminar por lo que arrastraba un pata, y yo lo cargaba  y lo metía en la bolsa de la sudadera, a si le ayudaba.


Pasaron los días, todas las tardes tenía que buscar a los pollos para guardarlos en un corral,  como el pollito no podía caminar era más lento que todos los demás  aquel pollito me esperaba para lo alzara y lo cargara,  no se pero daba la impresión que ya sabía que lo cargaría hasta se agachaba para lo tomara con las manos así los llevaba aguardar en lugar, crecieron  los pollos.
     



No sé porque pero me identificaba con ese pollo era algo raro pero siempre me esperaba para cargarlo y llevarlo a su encierro toda las tardes.

Y siguieron crecido los pollos, no sé porque me identifique con el pollo quizá porque no tenía amigos, mis hermanos nunca me lleve ni con mis primos.

Una tarde observe que  mis primos se reían, y no sabía porque, de aquella situación,  me fui a cercando y vi a mis hermanas mayores y mamá estaban matando a ese pollo que era para mí mascota, que por más que les grite que no lo hicieran y creo hasta llorando estaba pero no me hicieron caso y le dieron fin a ese pollo, mi mascota.

Recuerdo que lloré  pero finalmente el cuchillo cortó la cabeza de aquel pollo, mi pollito, sentía mucho dolor y recuerdo las risas burlonas de mis primos y mis hermanos.


Me fue muy  traumático quizá ellos nunca imaginaron que esos años forman la personalidad  y el carácter de las personas, desde esa fecha  no me gustan las mascotas por lo menos que sean maltratadas,  quizá mis familiares nunca supieron lo importante que era una mascota aunque haya sido un pollo.

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