Cuando
tenía 6 años, después de haber pasado unos días en el rancho de la Abuela,
regrese de la casa y me había regalo unos pollitos, algo extravagante para la
ciudad, infortunadamente en la casa de mis padres en Coyoacan, aquellos años
había espacio, el terreno era grande, así o como entre terrenos no había
bardas por lo que permitían ir hasta los canales tipo chinampas al fondo lo que
permitía la crianza sin problema de estos animales.
Con
el paso del tiempo esos pollos crecieron y tuvieron pollitos, un día
uno de esos pollitos sufrió un accidente pensé que moría, lo cuide hasta
lo coloque en una casa de zapatos, le colocaba ceniza de carbón en su pata herida,
así pasaron los día, el pollo la libro pero quedo lastimado de una
patita, y empezaron a crecer solo que aquel pollo por su accidente no crecía y
se le dificultaba caminar por lo que arrastraba un pata, y yo lo cargaba y lo metía en la bolsa de la sudadera, a si
le ayudaba.
Pasaron
los días, todas las tardes tenía que buscar a los pollos para guardarlos en un
corral, como el pollito no podía caminar
era más lento que todos los demás aquel pollito me esperaba para lo
alzara y lo cargara, no se pero daba la impresión que ya sabía que lo cargaría
hasta se agachaba para lo tomara con las manos así los llevaba aguardar en
lugar, crecieron los pollos.
No
sé porque pero me identificaba con ese pollo era algo raro pero siempre me
esperaba para cargarlo y llevarlo a su encierro toda las tardes.
Y
siguieron crecido los pollos, no sé porque me identifique con el pollo quizá
porque no tenía amigos, mis hermanos nunca me lleve ni con mis primos.
Una
tarde observe que mis primos se reían, y
no sabía porque, de aquella situación, me fui a cercando y vi a mis
hermanas mayores y mamá estaban matando a ese pollo que era para mí mascota,
que por más que les grite que no lo hicieran y creo hasta llorando estaba pero
no me hicieron caso y le dieron fin a ese pollo, mi mascota.
Recuerdo
que lloré pero finalmente el cuchillo cortó la cabeza de aquel pollo, mi
pollito, sentía mucho dolor y recuerdo las risas burlonas de mis primos y mis
hermanos.
Me
fue muy traumático quizá ellos nunca
imaginaron que esos años forman la personalidad y el carácter de las
personas, desde esa fecha no me gustan
las mascotas por lo menos que sean maltratadas, quizá mis familiares
nunca supieron lo importante que era una mascota aunque haya sido un pollo.
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