Mauricio y su amigo Pepe
esperaban en Arriaga Chiapas lo que todos esperan, La llaman “la bestia”
o “el tren de la muerte”, a este ferrocarril que proveniente que va de Chiapas
a Oaxaca y de ahí a Veracruz. lo han bautizado no es gratuito, Cada año son
cientos de personas los que, debido a un descuido o accidente, son mutilados o
muertos, al caer a las ruedas de la pesada mole de acero.
Pero no solo, aquellos
furgones, plataformas o góndolas no son seguros, la mayoría de las veces tienen
que subir a carros que resultan incómodos y peligrosos. Con frecuencia al mismo
tren suben delincuentes que en la travesía asaltan a estos viajeros. Una
persona le comento que consiguieran unos lazos para amarrarse y les recomendó
no pararse ni dormirse.
Abordar el tren no es tarea
fácil, ya había demasiadas personas esperándolo, no todos los convoyes se
detienen. En la estación de ferrocarril de Arriaga, Chiapas. Han pasado dos
días desde que llegaron a este lugar, con la esperanza de subir al lomo de “la
bestia” y acercarse al sueño americano.
Pero Antes los tenis de
Mauricio ya no amarraban y eran una molesta lo pudo acudir a una casa de los
migrantes un día antes ahí descansaron y consiguió unos tenis no buenos
pero en mejor estado, lo que fue para sus pies adoloridos y con ampollas, como
pudo con un pedazo de madera pincho las ampollas y se quitó el dolor.
Finalmente llego la salida
del tren todos a espera para poder abordarlo los más agiles tomarían los
mejores lugares y los que podían incluso accidentarse, se formaron a lo
largo de las vías y cuando paso el Tren a correr para ganar los mejores lugares,
como pudieron los dos amigos se treparon aquel contenedor y siguiendo las
instrucciones lo primero que hicieron fue amarrarse con un lazo.
Así paso un rato al
principio viendo el paisaje pero con paso del tiempo el sonido del caminar de
la máquina se vuelve tedioso, el calor mucho a pesar que van a la intemperie,
el cansancio es mucho pero la regla es no dormirse así que ellos acuerdan que
uno duerme un rato mientras el otro vigila que no pase nada, llego la noche y a
lo lejos se ven los pequeños puntos de poblaciones distantes, es fresco pero el
ambiente pesado, Mauricio platica de sus vivencias en su pueblo, por momentos
pensando como estaría su Madre y su hermana, y por un momento se le cierran los
ojos y vuelve a la rutina, ese sonido del caminar del tren, en todo momento los
hace recordar su camino.
Paso el tiempo ya en la
madrugada Mauricio lo vence el sueño cuando, se despierta sobresaltado por el
ruido, y escucha con terror que hay asaltantes en ese grupo dos vagones antes
de donde él va, y escucha que llevan puntas, despertó rápidamente al Pepe,
tiene que moverse pero el lazo de ambos están amarrados muy bien que no pueden
desamarrar el nudo, Pepe toma de una mano el lazo y lo empieza a tallar en un
borde del vagón, pero se le queman las manos por la fricción, lo mismo hace Mauricio,
y los asaltantes ya están a un vagón, y escuchan como aventaron a una personas
fuera del vagón por oponerse., el cuerpo frio y el miedo, pero la de la mano de
Mauricio empieza a sangrar aquel lazo no cede, finalmente se rompe aquel lazo,
y trata de ayudar Pepe, pero cede el lazo y casi están por llegar
aquellos malandros, con voces altisonantes, ahí cuando el instinto de
supervivencia es más fuerte que cualquier vínculo o parentesco, sin pensarlo
dos veces Mauricio se avienta fuera del tren, como un bulto cae en
el camino, por poco cae en los rieles que los alcanza a divisar, y aturdido se
hace un lado y se esconde, empieza a llorar porque ha dejado a su amigo de todo
la vida abordo aquel tren, que se aleja y de pronto todo es oscuridad, solo se
lastimo la pierna pero está bien, no sabe qué hacer su amigo Pepe se fue en
aquel vagón, y llora por mucho tiempo hasta que se queda dormido.
Amanece otro día y empieza a
caminar a lo largo de aquella vía camina muchas horas, y finalmente llega a
otro poblado pregunta si alguien vio a su amigo pero es lo mismo es un mundo de
personas donde no hay razón de nada porque nadie responde por nadie y en donde
la persona no es nada y en la mente el recuerdo del Pepe que habrá pasado con
el y los ojos se le llenan de lágrimas por el dolor e impotencia.
En ese momento mete su mano
a su bolsita de dinero pero esta está rota y solo le queda un billete de $
200.- pesos, el detalle había perdido dinero y nos sabia donde, así muy
su pesar no comió ese día por la noche logro abordar el tren que lo llevaría a
Veracruz, y si se amarro de un lazo pero esta vez el nudo fue más sencillo y
esta vez logro dormir., finamente llego donde estaba el cruce de trenes
espero un día no comió por no gastar el ultimo billete.
Nuevamente paso la Bestia
ahora destino el norte de la Ciudad de México, paso poco tiempo, A un
lado de este pueblo sus habitantes, sobre todo aquellos que viven al lado de
las vías, hacen algo el de ofrecer agua, comida, ropa y medicinas a quienes
viajan en esos trenes, son las Patronas cerca de Amatlan Veracruz., esta vez la
suerte estaba de su lado le toco una bolsa como pudo comió casi todo lo que en
esa bolsa había y cambio de camisa porque en esa bolsa venía una algo grande
pero le ayudaba, así avanzo aquel tren., y volvió a quedar dormido solo
despertó por el intenso frio, que anunciaba que ya estaban cerca lechería al
norte de la ciudad de México.
Llegaron a ese lugar y como
se detuvo el tren a correr de porque los policías y los agentes de migración lo
hacían era asaltarlos, así lo hizo Mauricio, los pies adoloridos todavía pero
eso no era todo ese frio que congelaba no solo el cuerpo si no el alma. Camino
por algunas calles cuando sin darse cuenta estaba una patrulla, con las luces
apagadas por más que pudo correr le dieron alcance ya en la patrulla le
comentaron que si quería que no lo llevaran detenido tenía dar lo que
traía, y era solo esos $ 200.- pesos casi llorando le comento que era lo único
que traía y el camino era largo por ahí un policía le metió un trancazo en la
cara, le dijo se puto, y lo abandonaron por ahí.
Pero tenía hambre que podía
hacer en un país diferente que el suyo en donde cambia totalmente todo
desde el clima, la gente las formas que podía hacer el sonido de su estómago su
podía escuchar, solo pensando, como pudo se paró camino por aquella avenida,
moviendo la cabeza y llorando.
Pasaron unos segundos y
cuando vio que un auto lo venía siguiendo, se dio cuenta y empezó a
caminar más rápido, pero este le dio alcance, era un tipo gordo bigotón que le
dijo cuanto, no entienda solo le respondió que quiere, este le dijo que – te
doy una lana y la pasamos bien, el movió la cabeza le dijo no me dedico a eso,
insistió pero nuevamente le dijo no y arranco el carro, habían pasado
algunos segundos cuando volvió a sentí ese frio y el hambre y le levanto
la mano corriendo hacia el carro finalmente se detuvo el auto metros adelante
así fue su primera vez que Mauricio tenía esa experiencia de tener sexo con una
persona del mismo sexo., no por gusto sino una necesidad de supervivencia,
finalmente después de un rato y con ojos con lágrimas aquel señor del auto lo
dejo cerca de un albergue para migrantes y le dio dinero con lo que ese día se
olvidó del hambre.
Pasó en unos días y salió el
último tren hacia Nuevo Laredo Tamaulipas, como siempre lo abordo y aquella
casa del migrante logro conseguir una chamarra para el frio fuera menos.
Después de unos días llego
al Norte de México, y solo ahora le tocaba lo más difícil y peligroso
cruzar el Rio Bravo, después de permanecer en un albergue se reunió con algunos
migrantes y le comentaron como pasarse pero era muy arriesgado era atravesar a
nado el rio, poco sabía nadar Mauricio y por ahí con algunas personas se puso
de acuerdo para intentarlo, llego la madrugada algunos llevaron bolsas para
colocar las pocas pertenencias otro como flotadores aquella aguas llenas de
remolinos impredecibles y de peligros no solo eso sino que la patrulla
migratoria los detecte, así con valor ese grupo de tres personas se enfilaron a
las frías aguas del rio algunos solo quedo en calzoncillos, entre ellos Mauricio,
colocaron sus pertenencias en bolsas y se enfilaron a agua tan fría que se
cortaba la respiración apenas podían flotar, todo está bien un que incomodo,
aquellos cuerpos sumergidos en el agua avanzaban poco a poco, pero no menos de
unos 500 metros se vio la luces de las lámparas alumbrando el rio, la Migra ya
estaba ahí.
Uno de ellos sintió tanto
miedo que decidió regresar, el otro como pudo avanzaba rápidamente a lo igual
que Mauricio, como pudieron llegaron aquella maleza, pero el otro compañero el
que se regresó se le atoro su bolsa con una rama que flotaba en corriente
y le arrebato esta, no se pudo controlar y se empezó a desesperar
manoteaba con desesperación que atrajo la atención de la patrulla, alumbrándolo
con las lámparas, manoteaba y pedía auxilio pero este nunca llego, desde donde
estaba Mauricio con miedo e impotencia no pudieron hacer nada.
Los de la migra sacaron su
pistola pero uno de ellos se la quitó solo vieron cómo se ahogaba aquella
persona, y finalmente la arrastro el agua, se quedaron revisando por unos
momentos aquella zona, no vieron nada y se marcharon.
Después de un rato
mudos Mauricio y aquel acompañante con
los ojos llorosos y asombrados se pusieron las ropas y corrieron por aquellos
campos ya estaban en Estados Unidos.
Años después un tarde en San
José Poaqui Guatemala, en aquella
humilde vivienda alguien toco la puerta
la Mama de Mauricio abrió la puerta era
el era Mauricio que Venia por ella y su Hermana con lágrimas en los Ojos se
abrazaron, su mama tuvo que cambiar de domicilio por lo que no pudo avisarle a
su hijo que dada por muerto y el traía algo en su mano aquella bolsita de tela.
No paso mucho tiempo cuando
alguien corriendo llego a esa casa era Pepe que había logrado sobrevivir
estaba vivo, había corrido el rumor que Mauricio Había llegado estaba
vivo, en aquella noche en el tren lo habían golpeado y se había
regresado a su tierra lo mejor estaba vivo, al entrar a la casa donde estaba
Mauricio no pudo haber más jubilo de dos amigos se reencontraban que la vida
sigue y no es tan cruel.
Las cosas nunca llegan
fáciles si no hay que trabajar poder lograr lo que se quiere.
Relato escrito por Roberto
Vergara Mexboby
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