lunes, 4 de noviembre de 2013

Historias El migrante Parte II



Mauricio y su amigo Pepe esperaban en Arriaga Chiapas lo que todos esperan,  La  llaman “la bestia” o “el tren de la muerte”, a este ferrocarril que proveniente que va de Chiapas a Oaxaca y de ahí a Veracruz. lo han bautizado no es gratuito, Cada año son cientos de personas los que, debido a un descuido o accidente, son mutilados o muertos, al caer a las ruedas  de la pesada mole de acero.

Pero no solo,  aquellos furgones, plataformas o góndolas no son seguros, la mayoría de las veces tienen que subir a carros que resultan incómodos y peligrosos. Con frecuencia al mismo tren suben delincuentes que en la travesía asaltan a estos viajeros. Una persona le comento que consiguieran unos lazos para amarrarse y les recomendó no pararse ni dormirse.

Abordar el tren no es tarea fácil, ya había demasiadas personas esperándolo,  no todos los convoyes se detienen. En la estación de ferrocarril de Arriaga, Chiapas. Han pasado dos días desde que llegaron a este lugar, con la esperanza de subir al lomo de “la bestia” y acercarse al sueño americano.

    

Pero Antes los tenis de Mauricio ya no amarraban y eran una molesta lo pudo acudir a una casa de los migrantes un día antes ahí descansaron y consiguió  unos tenis no buenos pero en mejor estado, lo que fue para sus pies adoloridos y con ampollas, como pudo con un pedazo de madera pincho las ampollas y se quitó el dolor.

Finalmente llego la salida del tren todos a espera para poder abordarlo los más agiles tomarían los mejores lugares y los que podían incluso accidentarse, se formaron  a lo largo de las vías y cuando paso el Tren a correr para ganar los mejores lugares, como pudieron los dos amigos se treparon aquel contenedor y siguiendo las instrucciones lo primero que hicieron fue amarrarse con un lazo.

Así paso un rato al principio viendo el paisaje pero con paso del tiempo el sonido del caminar de la máquina se vuelve tedioso, el calor mucho a pesar que van a la intemperie, el cansancio es mucho pero la regla es no dormirse así que ellos acuerdan que uno duerme un rato mientras el otro vigila que no pase nada, llego la noche y a lo lejos se ven los pequeños puntos de poblaciones distantes, es fresco pero el ambiente pesado, Mauricio platica de sus vivencias en su pueblo, por momentos pensando como estaría su Madre y su hermana, y por un momento se le cierran los ojos y vuelve a la rutina, ese sonido del caminar del tren, en todo momento los hace recordar su camino.

Paso el tiempo ya en la madrugada Mauricio lo vence el sueño cuando, se despierta sobresaltado por el ruido, y escucha con terror que hay asaltantes en ese grupo dos vagones antes de donde él va, y escucha que llevan puntas, despertó rápidamente al Pepe, tiene que moverse pero el lazo de ambos están amarrados muy bien que no pueden desamarrar el nudo, Pepe toma de una mano el lazo y lo empieza a tallar en un borde del vagón, pero se le queman las manos por la fricción, lo mismo hace Mauricio, y los asaltantes ya están a un vagón, y escuchan como aventaron a una personas fuera del vagón por oponerse., el cuerpo frio y el miedo, pero la de la mano de Mauricio empieza a sangrar aquel lazo no cede, finalmente se rompe aquel lazo, y trata de ayudar  Pepe, pero cede el lazo y casi están por llegar aquellos malandros, con voces altisonantes, ahí cuando el instinto de supervivencia es más fuerte que cualquier vínculo o parentesco, sin pensarlo dos veces  Mauricio se avienta fuera del  tren, como un bulto cae en el camino, por poco cae en los rieles que los alcanza a divisar, y aturdido se hace un lado y se esconde, empieza a llorar porque ha dejado a su amigo de todo la vida abordo aquel tren, que se aleja y de pronto todo es oscuridad, solo se lastimo la pierna pero está bien, no sabe qué hacer su amigo Pepe se fue en aquel vagón, y llora por mucho tiempo hasta que se queda dormido.


Amanece otro día y empieza a caminar a lo largo de aquella vía camina muchas horas, y finalmente llega a otro poblado pregunta si alguien vio a su amigo pero es lo mismo es un mundo de personas donde no hay razón de nada porque nadie responde por nadie y en donde la persona no es nada y en la mente el recuerdo del Pepe que habrá pasado con el y los ojos se le llenan de lágrimas por el dolor e impotencia.

En ese momento mete su mano a su bolsita de dinero pero esta está rota y solo le queda un billete de $ 200.-  pesos, el detalle había perdido dinero y nos sabia donde, así muy su pesar no comió ese día por la noche logro abordar el tren que lo llevaría a Veracruz, y si se amarro de un lazo pero esta vez el nudo fue más sencillo y esta vez logro dormir., finamente llego donde estaba el cruce de trenes  espero un día no comió por no gastar el ultimo billete.

Nuevamente paso la Bestia ahora destino el norte de la Ciudad de México, paso poco tiempo,  A un lado de este pueblo sus habitantes, sobre todo aquellos que viven al lado de las vías, hacen algo el de  ofrecer agua, comida, ropa y medicinas a quienes viajan en esos trenes, son las Patronas cerca de Amatlan Veracruz., esta vez la suerte estaba de su lado le toco una bolsa como pudo comió casi todo lo que en esa bolsa había y cambio de camisa porque en esa bolsa venía una algo grande pero le ayudaba, así avanzo aquel tren., y volvió a quedar dormido solo despertó por el intenso frio, que anunciaba que ya estaban cerca lechería al norte de la ciudad de México.

Llegaron a ese lugar y como se detuvo el tren a correr de porque los policías y los agentes de migración lo hacían era asaltarlos, así lo hizo Mauricio, los pies adoloridos todavía pero eso no era todo ese frio que congelaba no solo el cuerpo si no el alma. Camino por algunas calles cuando sin darse cuenta estaba una patrulla, con las luces apagadas por más que pudo correr le dieron alcance ya en la patrulla le comentaron que si quería  que no lo llevaran detenido tenía dar lo que traía, y era solo esos $ 200.- pesos casi llorando le comento que era lo único que traía y el camino era largo por ahí un policía le metió un trancazo en la cara, le dijo se puto, y lo abandonaron por ahí.


Pero tenía hambre que podía hacer en un país diferente que el suyo en donde  cambia totalmente todo desde el clima, la gente las formas que podía hacer el sonido de su estómago su podía escuchar, solo pensando, como pudo se paró camino por aquella avenida, moviendo la cabeza y llorando.

Pasaron unos segundos y cuando vio que un  auto lo venía siguiendo, se dio cuenta y empezó a caminar más rápido, pero este le dio alcance, era un tipo gordo bigotón que le dijo cuanto, no entienda solo le respondió que quiere, este le dijo que – te doy una lana y la pasamos bien, el movió la cabeza le dijo no me dedico a eso, insistió pero nuevamente  le dijo no  y arranco el carro, habían pasado algunos segundos cuando volvió a sentí ese frio y el hambre  y le levanto la mano corriendo hacia el carro finalmente se detuvo el auto metros adelante así fue su primera vez que Mauricio tenía esa experiencia de tener sexo con una persona del mismo sexo., no por gusto sino una necesidad de supervivencia, finalmente después de un rato y con ojos con lágrimas aquel señor del auto lo dejo cerca de un albergue para migrantes y le dio dinero con lo que ese día se olvidó del hambre.


Pasó en unos días y salió el último tren hacia Nuevo Laredo Tamaulipas, como siempre lo abordo y aquella casa del migrante logro conseguir una chamarra para el frio fuera menos.


Después de unos días llego al  Norte de México, y solo ahora le tocaba lo más difícil y peligroso cruzar el Rio Bravo, después de permanecer en un albergue se reunió con algunos migrantes y le comentaron como pasarse pero era muy arriesgado era atravesar a nado el rio, poco sabía nadar Mauricio y por ahí con algunas personas se puso de acuerdo para intentarlo, llego la madrugada algunos llevaron bolsas para colocar las pocas pertenencias otro como flotadores aquella aguas llenas de remolinos impredecibles y de peligros no solo eso sino que la patrulla migratoria los detecte, así con valor ese grupo de tres personas se enfilaron a las frías aguas del rio algunos solo quedo en calzoncillos, entre ellos Mauricio, colocaron sus pertenencias en bolsas y se enfilaron a agua tan fría que se cortaba la respiración apenas podían flotar, todo está bien un que incomodo, aquellos cuerpos sumergidos en el agua avanzaban poco a poco, pero no menos de unos 500 metros se vio la luces de las lámparas alumbrando el rio, la Migra ya estaba ahí.

Uno de ellos sintió tanto miedo que decidió regresar, el otro como pudo avanzaba rápidamente a lo igual que Mauricio, como pudieron llegaron aquella maleza, pero el otro compañero el que se regresó se le atoro su  bolsa con una rama que flotaba en corriente y le arrebato  esta, no se pudo controlar y se empezó a desesperar manoteaba con desesperación que atrajo la atención de la patrulla, alumbrándolo con las lámparas, manoteaba y pedía auxilio pero este nunca llego, desde donde estaba Mauricio con miedo e impotencia no pudieron hacer nada.

Los de la migra sacaron su pistola pero uno de ellos  se la quitó solo vieron cómo se ahogaba aquella persona, y finalmente la arrastro el agua, se quedaron revisando por unos momentos aquella zona, no vieron nada y se marcharon.

Después de un rato  mudos Mauricio  y aquel acompañante con los ojos llorosos y asombrados se pusieron las ropas y corrieron por aquellos campos ya estaban en Estados Unidos.

Años después un tarde en San José Poaqui  Guatemala, en aquella humilde vivienda  alguien toco la puerta la Mama de Mauricio  abrió la puerta era el era Mauricio que Venia por ella y su Hermana con lágrimas en los Ojos se abrazaron, su mama tuvo que cambiar de domicilio por lo que no pudo avisarle a su hijo que dada por muerto y el traía algo en su mano aquella bolsita de tela.

No paso mucho tiempo cuando alguien corriendo llego  a esa casa era Pepe que había logrado sobrevivir  estaba vivo, había corrido el rumor que Mauricio Había llegado estaba vivo,  en aquella noche  en el tren lo habían golpeado y se había regresado a su tierra lo mejor estaba vivo, al entrar a la casa donde estaba Mauricio no pudo haber más jubilo de dos amigos se reencontraban que la vida sigue y no es tan cruel.

Las cosas  nunca llegan fáciles si no hay que trabajar poder lograr lo que se quiere.


Relato escrito por Roberto Vergara Mexboby

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