Siempre
tenemos ideales de la pareja que queremos tener, de cuerpo
esculturales, de gym, De barba, velludos, lampiños, de ojos azules, de barba,
fornidos. Etc., cuantas formas de imaginar lo que queremos pero a veces
esto no mete en un lió y nos complica nuestra existencia, porque siempre
queremos tratar de meter a la gente en este marco, cuando lo más
importante es que nosotros nos adaptemos a la gente.
Cuando
en algún sitio alguien me hace la plática o me manda algún correo a veces los
primero que hacemos es ver su perfil, mirar sus fotos observar y ver que no
cumple con lo queremos, cuando lo más importante de la gente no es lo vemos a
simple vista, lo que vale de la gente es su interior, su forma de ser, sus
valores, los físico se acaban en un tiempo determinando y los valores
reales siempre permanecen.
En
el ambiente es complicado porque estamos en un aparador donde nos miran, y
según cómo te ven nos tratan, en alguna ocasión en el antro, yo por hacer una conversación trataba de saludar a la gente
pero en muchas ocasiones ni me contestaban o me dejaban con la mano extendida.
He
aprendido que todos tenemos un valor y siempre debemos de conservarlo nunca perderlo
que quizá para muchos no se ve pero alguno en algún día sabrán cuanto valemos.
En
muchas ocasiones nosotros somos el problema porque no vemos la cosas tal como
son sino como las queremos ver.
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