viernes, 22 de noviembre de 2013

Historias 609 Esconderse detrás del habito.



Desde su niño su abuela materna lo había iniciado al culto religioso, como todos los días el rezar el rosario y aprender cosas de la religión lo habían cambiado mucho y desde ahí junto con su orientación discreta  de closet en un devoto.

Miguel ya a sus 15 por as reglas morales de la familia  y la misma sociedad  determino ingresar al seminario, solo tenia un temor que escondía por debajo de esa personalidad  desde muchos años se había manifestado el deseo de estar con otro hombre, como explicarse que tenia alguna erección cuando miraba en los vestidores a sus compañeros de clase deportiva o en natación, o el de ver alguna fotografía de un jugador o luchador sin camisa, o recordaba alguna travesuras en el internado junto con algunos otros compañeros

En aquellos recuerdos  a su mente vino una noche en aquel campamento que hizo en Morelos, esa tarde llovió muy fuerte en sus tres compañeros de casa de campaña tenía frío, no habían colocado bien y el agua se filtro y mojando  sus playeras, empezaron a cambiarse, con los torsos desnudos uno de ellos empezó a jugar tocándoles las tetillas asi empezó aquel juego lleno de descubrimiento hasta que llegaron a tocar sus partes intimas y ese juego de masturbación mutua entre los tres, que acabo con llegar aquel orgasmo nunca antes experimentado por Miguel que lo hizo sentir esa sensación hasta ponerle los ojos en bizco, y ver ese resultado pegajoso en las manos le gusto pero a la vez ese temor inmediato que hizo  pusiera la ropa de inmediato y no volver a hablarles a esos compañeros desde Aquella ocasión.

Fue asi que descubrió que tenia un nuevo juego a sus 11 años era la masturbación y desde ahí cada noche encerrado en su habitación cuando regresaban los fines de semana, antes de dormir alzaba aquel colchón donde sacaba sus revistas que le habían vendido sus mismos compañeros en la escuela clandestinamente  y volvía a experimentar esa sensación, una vez acabado todo escondía todo debajo del colchón y a dormir relajadamente y por la mañana con un rosario antes del desayuno le ayudaba a sentirse nuevamente bien y libre de pecado.

Pero no solo fue asi recordaba que en coro de la iglesia junto con otros compañeros los mas reservados tuvo algunos encuentros más simples pero no dejaban de perturbarlo y  era como un recordatorio que le decía que algo no estaba bien esa tendencia el sentir atracción hacia gente de su mismo sexo, no era normal a pesar de considerarlo pecado era algo que disfrutaba  pero celosamente guardado en su mente y en su comportamiento.

También recordaba aquellas miradas de algunos seminaristas cuando cubrían algunos retiros espirituales nunca paso nada pero siempre  con la duda.

                                 


Pero las cosas estaban por cambiar el hecho de iniciar una nueva etapa que él desconocía el de entrar a esa carrera de seminario le provocaba temor mas aun porque las reglas van cambiando, ya con los preparativos llego el día del primer día en aquella nueva experiencia religiosa.

Esperando esa mañana en aquel pequeña sala junto con otros principiantes igual que el solo la dar una pequeña observación noto casi en la mayoría de ellos algo interesante, pero en sus rostros pero en aquellas miradas algo familiar que en momento no podía descifrar pero asi inicio aquella mañana.

Al poco tiempo supo que una gran mayoría de los ingresan al seminario es más por esconder su homosexualidad, por llevar eso como un estigma y están ahí por esconder su sexualidad, reprimirse pero sobre todo tratar de ocultar en eso  sus tendencias  y su verdadera preferencia.

No tardo mucho Miguel y el no quiso  seguir ese juego y solo duro dos años  la presión era mucha pero dentro de sus convicciones era ser como él quería y ya no deseaba vivir mas en el closet encerrado en aquel armario, con ese miedo de algún dia lo descubrieran o simple idea de cubrir las apariencias con la familia, asi que se fue y no solo se alejo de su familia sino se fue a estudiar al extranjero.

Hace algunos dias recibí un correo me mando una foto de el  caminando por las calles de Barcelona donde ahora puede decir con gusto que es como realmente quiere ser sin ataduras y sin vivir esa doble vida que muchos hoy en día siguen en la oscuridad.

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