Cae la noche, el frío empieza a sentirse por mas que me acomodo para dormir no logro cerrar los ojos, despierto abro los ojo, por la ventana veo las ramas moverse por el viento, la luz de la luna se filtra por la ventana, hacen la sombra cuando me levanto para ver que hago para poder dormir, tomo un poco de agua y me vuelvo acostar, pero no logro conciliar el sueño, ese insomnio que avanza y perturba, no puedo dormir, solo abrazo mi almohada, en silencio, la quietud de la noche me abruma, veo el reloj apenas son las 1.30 a.m., trato de conciliar el sueño pero a la mente se vienen las diferentes situaciones de los últimos días, a veces trato de entender la vida misma.
Cuantas preguntas, cuantas interrogantes, como entender las situaciones, los momentos, cual es él propósito, cual es la finalidad de estar aquí, cuando las cosas no resultan, cuantas veces nos hemos equivocado y no nos damos cuenta, solo hasta que las cosas caen por si mismo, como los muros de arena, y cuantos castillos. Cuantas veces nuevamente volvemos a tomar el camino, solo viendo transcurrir la vida que se va y no nos damos cuenta hasta lo notamos en el calendario o la época del año, o nos miramos al espejo y el paso del tiempo es evidente, no sé pero cuantas veces nos ha pasado que pensamos que hacemos bien las cosas cuando en realidad no lo son.
Que tan fácil es amar pero las cosas no lo son para uno. En el trayecto de la vida tocamos puertas pero a veces no nos abren ninguna, y cuando nos abren esa puerta después de un tramo te das cuenta que no es lo que uno busca, y nos damos cuenta que habrá que tocar más puertas, hasta que sea la puerta que estamos esperando, pero el detalle en este ambiente que es difícil, complicado a veces raro, pero habrá que seguir buscando.
Después de mucho tiempo finalmente me pierdo en sueño
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