Mario siempre había sido un joven distraído y problemático pero en ese año había perdido a sus padres en
un accidente, por lo que influyo más hacerlo más retraído y poco social.
Era
casi finales de Octubre en los días eran más despejados y las heladas más
frecuentes, anunciaban que se
aproximaban los días de muertos
Algunos
vecinos y familiares le comentaban a Mario que debía de poner ofrenda pero
comento que él no creía en eso con tanto recelo lo único que quería era olvidar
y hasta escéptico, Que duda o desconfía
de la verdad o posibilidades de algo.
Así
llego el 1º de Noviembre, como cualquier otro día Mario se fue a trabajar se había
olvidado poner algo en relación con las ofrendas, llego en la noche llego muy
cansado que fue a dormir, en la madrugada escucho muchas voces y ruidos en la
calle, sobre saltado se levantó a mirar por la venta que daba aquella calle,
solo miro mucha gente como en una
procesión muchas personas todas traía una vela en las manos, a la vez le dio
temor pero curiosidad hasta bruma había por esa fila de personas empezó a ver caras
conocidas, pero fue más su miedo que eran personas ya fallecidas, en las manos llevaba comida, frutas o dulces
algunas poco otras más, hasta itacates llevan algunas, miro entre esa gente se
hizo familiar las caras pero estos no llevan nada solo las caras agachadas y
las manos vacías, eran conocidas esas caras no lograba reconocerlas, miro de
nuevo la multitud parecía fiesta, observar de nuevo miro que eran sus padres eran
los que no llevaban nada, todo paso tan rápido que la procesión termino y se perdió
entre la oscuridad de la calle.
Aquel
susto lo dejo pensando lo busco rápidamente en la despensa y encontró una vela prendió
un cerillo y la encendió, por ahí encontró algo de pan y unas naranjas coloco
su pequeña ofrenda.
Se
quedó dormido por la mañana se levantó y lo primero que hizo fue ver su ofrenda
pero no había nada ni la vela, ni el pan ni las naranjas, realmente no supo si había
sido verdad, su conclusión para Mario fue que había sido un sueño.
Por ahí
en el suelo estaba cerillo utilizado.
Ese
relato de mi abuela paterna.
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