Hace siete años
desperté como cualquier otro, pero en el ambiente hacia frio a pesar de que era época de calor, en la
mente confusa llena de diferentes imágenes del
presente, de él pasado, como no aceptando la realidad, así llegue a la oficina pensativo y en momentos
abocando recuerdos perdidos y se hacen presentes, siempre con las mismas ideas con
un mar de preguntas, el de no aceptar una realidad es un sueño, es una pesadilla de la cual quisiera despertar y ver
que no ha pasado nada, pero no es así.
En ese tiempo había perdido a mi mejor amigo no solo la ausencia física él hubiera que siempre hay se hacía eco en mi mente, pero ya era demasiado tarde, a veces no entendemos los caminos de la vida sé que son complejos, difíciles de entender, más cuando sabemos que a las personas no estarán más presentes nunca más las volveremos a ver, ese el pesar que aun hoy en día el recuerdo se hace presente.
Solo recuerdo que esa época los árboles de jacarandas con flores el color morado que caen al piso como lágrimas y llenan los patios, las calles al tope y cada vez que veo las jacarandas el recuerdos se han presentes.
En ese tiempo había perdido a mi mejor amigo no solo la ausencia física él hubiera que siempre hay se hacía eco en mi mente, pero ya era demasiado tarde, a veces no entendemos los caminos de la vida sé que son complejos, difíciles de entender, más cuando sabemos que a las personas no estarán más presentes nunca más las volveremos a ver, ese el pesar que aun hoy en día el recuerdo se hace presente.
Solo recuerdo que esa época los árboles de jacarandas con flores el color morado que caen al piso como lágrimas y llenan los patios, las calles al tope y cada vez que veo las jacarandas el recuerdos se han presentes.
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