lunes, 29 de diciembre de 2014

Historias Mis Reyes magos.




En la Ciudad  de México existe la tradición de cada 6 de Enero, los Reyes Magos te traen juguetes y regalos a los niños, los colocan en sus zapatos, donde una noche previa colocas tu carta encima de tu zapato, en algunos otros lugares s es en Navidad pero versión Santa Claus.

Cuando niño no hay mayor ilusión el de los juguetes, recuerdo aquella adrenalina hasta insomnio de daba cada 5 de Enero, por la noche a poner  la carta en los zapatos, mis hermanas mayores me ayudaban a redactar la carta, por  siempre por más que ponía la lista interminable de juguetes nunca se cumpla.

Una ocasión me levante antes que mis dos hermanos  cuando tenía 5 años
Y con mirar los juguetes me gusto un gran carro de bomberos color rojo y de ahí según yo era para mí pro la realidad era para mí hermano menor, nadie me quito la idea, y mis padres con la finalidad de no romper con la ilusión ya no comentaron nada ese día mi hermano lloro por su carro de plástico en verdad estaba feo pero ya no lo cambie, mi hermano siempre tenían más aceptación  con mis padres, solo las acciones eran evidentes, a veces los padres hacen cosas  que según ellos no nos percatamos porque somos menores de edad,  pero se quedan grabadas por resto de nuestras vidas en nosotros.

En aquellos años la economía de la familia  sola dependía de mis padre,  somos una familia numerosa, hoy me pongo analizar aquella situación siempre a buena administración de mama, que me sorprende y lo cual valoro aquellos años porque me dejo una buena lección.
Pero recuerdo que cuando tenía 7 años, en aquellos días siendo una familia numerosas mire mis zapatos, mi ilusión unos zapatos nuevos para la escuela, pero dentro de aquella ilusión pensé que su existían los Reyes magos y se me ocurrió poner mi carta una noche quizá era abril o mayo, aquella noche en mis zapatos viejos y polvosos puse mi papelito para pedirle a los Reyes, a coloque debajo de la cama, esperando el día siguiente esa magia.       
La mañana siguiente ya para irnos a la escuela, me desperté tan pronto  que lo primero que hice fue mirar debajo de cama para ver si había algo lo único que comprobé fue estaba  mis viejos zapatos y aquella carta sin que hubiera ocurrido nada, desde ahí pude comprobar que realmente solo había sido una ilusión, hasta hace un rato he platicado esto porque no había tenido oportunidad para hacerlo.

A mí me dejaron de traer a los 7 años los reyes, por una travesura donde respondí a mi Padre que comento comportara  bien si no, No te van a traer nada los Reyes, le comente Que no existían  y fue esa frase que me quito de una vez por todas esa magia porque mis padres ya no me regalaron nada solo a mis hermanos menores, ese año a mi hermano si le llevaron su bicicleta.

Así fueron esa ilusión en estos días, y bueno ahora reflexionando que las mejores cosas de la vida son cuando creemos en algo, y siempre luchar por eso que queremos quizá con trabajo lo logremos obtener.

   

No hay comentarios:

Publicar un comentario