En aquel diciembre mis padres
tomaron la decisión de no pasar la navidad en la casa, el motivo atender la
casa de Yautepec, ese fue el momento que uno valora los tiempos en que podemos
estar cerca de los seres que más queremos, la unión familiar es en estas fechas
uno de los lazos unen.
En México es muy
tradición estar rodeados de los la familia como siempre había vivido con mis
padres y esa era de los primeros años que experimentaba una navidad sin ellos
si me puso triste así que aquella tarde de 24 diciembre, me dieron
ganas de salir de la casa de no estar ahí por lo que camine por las calles de la ciudad,
hacía fio por ahí se me ocurrió ir al cine en esta tarde ni gente había la finalidad pensar en todo menos en la fecha a
medida que avanzaba la tarde miraba por las calles o en el transporte a las
gente bien arreglada, a las familias con la charola de comida, o con la piñata
o con los regalos, simplemente las miraba bien arregladas.
Hace frio creo entro norte el
cielo nublado y el aire se siente que lastima hasta la cara, camine hacia bellas artes y saliendo de la estación del Metro hacia la
calle de Republica de cuba y eje central,
observe a una anciana sentada en las escaleras del metro, pidiendo limosna, su
cara que no podía negar el paso del tiempo, su cabello cano, su viejo chal que
le cubría del frio intenso, su mano levantada, su mirada triste si expresión me decía
muchas cosas sin decirme una sola palabra, me dio mucho sentimiento nunca la había visto,
una sensación pero a la vez de
reflexión, en esta ocasión me quede mudo
lo único que hice fue buscarme unas monedas para darle aquella anciana que solo
escuche que Dios te dé más, camine por la calle.
Aquella tarde estaba cerca del
Oasis aquella famosa cantina que no conocía pero que era curiosidad, llegue
aquella barra y la verdad siendo las 7.00 pm casi no había gente como era noche
buena cerraban temprano si parroquianos había, como pude me tome una cerveza
conocí ese lugar sin gente.
Camine por aquellas calles ya
sin gente y pensado en aquella anciana que había robado mi atención, y decidí
regresar para darle unas monedas más llegue a las escaleras de la entrada
aquella estación pero por más busque no estaba aquella anciana ya no estaba
hasta recorrí las otras salidas pero no logre ubicar aquella anciana.
Pero al final me llego su
mensaje que muchas veces hay personas que realmente no tienen a nadie para
pasar estos días, cuanta gente busca pasar esta navidad con la familia y en
aquella ocasión mi padres no la quisieron pasar con sus hijos, pero fue una de
las tantas veces. Por fortuna cuando llegue a la casa mis hermanos se
organizaron y ya había cena.
El 25 de diciembre decidí dar una vuelta nuevamente por el
centro de la ciudad y ya alrededor de las 3.00 pm me quede observado la gente
que viajaba, la mayoría desarreglada con la ropa de fiesta arrugada, confeti en
el cabello llevando sus trastes sucios o algún itacate con cosas de la
noche anterior aquellos vestidos de fiesta ayer ahora lo que quedaba, los
peinados flamantes de anoche anterior ahora solo parte o solo algunos mechones
levantados o simplemente reflejo de lo que fueron 24 horas antes, los
niños jugando con globos o juguetes o con su conos de piñata de estrella con
sus dulces o fruta, esa son las imágenes que se repiten estos días en la ciudad
de México.
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