viernes, 29 de agosto de 2014

Historias El Chofer



En aquellos años trabajando en aquella empresa dedicada a fabricación de productos químicos  yo ya estaba fuera del closet sabía que era gay, pero aún me faltaba experiencia para poder conocer a las persona,  en ese momento la vida era un remolino de ideas, y pensamientos, el de  tener pareja, hacer amistades, el de tener sexo o tener un faje etc., pero en la mera realidad tenía conocimiento de cómo  llegar a las personas, como llamar el interés como tratarlas como decirle soy gay me interesas, la pregunta más importante es de ambiente o no lo es, siempre quedaba en secreto o hasta algún día suceda algo o nunca pase nada.

Los únicos tiempo disponible eran los domingos porque en viernes y sábados atendía  en equipo de sonido,  entre semana trabajaba por lo únicamente eran los domingos que salía pero en ese día la mayoría de los hombres de ambiente o están crudos, desvelados, cansados o simplemente  ya no salen.

Un  día en el trabajo contrataron un chofer para la distribución de pedidos, llego me lo presentaron pero como todo no le tome importancia hasta fue  recoger producto, cuando pude observarlo un hombre blanco, hasta chapeado cuando hacía frio, era un oso, fornido de barba de candado era velludo porque en ocasiones usaba la camisa entre abierta y veía algunos vellos de ese pecho con volumen, me gusto.

Cada vez que acudía a recoger mercancía siempre me lo topaba en las escaleras o en el pasillo, y siempre me saluda con una sonrisa, o un movimiento de cabeza,  me inquieto mucho la verdad me gustaba pero nunca le hice la plática.

Y no faltaba momento para verlo siempre buscaba pretexto para estar en el momento que pasaba a la oficina, o cuando había días de inventarios en la planta, el detalle solo era la sonrisa porque nunca conversamos nunca tuvimos la oportunidad al menos no me arriesgue

En una  ocasión el chofer manejaba la camioneta de pedidos cuando cuadras antes de llegar a la llegar  a la oficina una mujer se le cerró el paso con su auto y se hicieron de palabras hasta se gritaron, llego a la oficina a la oficina y lo más curioso que la mujer era la esposa del Dueño, pero fue la gran coincidencia más que  enojo fue de risa ese detalle para toda la compañía pero no pasó solo quedo anécdota.

Así duro un tiempo siempre me saludaba y un día que llego la noticia que renunciaba  la verdad dio pena más porque nunca supe nada de este chofer, que logre una química nunca supe de su preferencia pero me gustaba así paso el tiempo y paso ese chofer como un paso más por la vida.

   

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