martes, 15 de julio de 2014

Historias 661 Esperando el tiempo



Estoy sentado en la tercera banca de entrada del centro comercial, veo como pasa la gente, pienso que ese momento va a llegar, miro el reloj pero ya es tarde, apenas unos minutos de la hora que me había indicado Jorge, apenas tiene dos meses que lo conocí en el Bar el vaquero de Insurgentes sur y Feliz cuevas, cuando apenas había salido del closet y asumido mi condición de ser Gay, y este lugar de ambiente el primero que había conocido, todavía recuerdo el primer día que fui hasta la piernas me temblaban y la manos me sudaban esos nervios por ir el primer día a un lugar de ambiente, hasta recuerdo que la voz se me quebraba para pedir mi primer cerveza, y como todo pensando que todas las miradas se dirigían a mí pero solo era mi apreciación todos los que estaba en ese lugar ni en cuenta.
   


Fue en ese lugar que conocí a Jorge un viernes todavía recuerdo que estaba sentado junto a mí con su chamarra de cuero negra sus lentes y su barba de candado lo que siempre me ha llamado la atención, al principio no pasó pero después de un rato se hizo la conversación y platicamos en aquellos días era todo por inercia y sobre todo algo natural porque las cosas se dan por la ley de la química pero solo quedo en eso, nos retiramos y volvimos a salir poco después así fueron pasado los fines de semana así fueron los fines de semana saliendo recuerdo que hasta Cuernavaca fuimos, la verdad el corto tiempo de haber salido del closet y estar experimentando cosas nuevas como compartir eso me gusto, y me estaba enamorando, una ocasión me fue a buscar a la casa y son de esos detalles que son muy simples pero te hacen sentir bien.



Así pasaron los días  y una ocasión me comento haría un diplomado de idiomas en Canadá, por lo que asuntaría varios meses era requisito un acenso de puesto  y ya todo estaba planeado, que  mejor cuando son las cosas por superarse, y  llego una semana más y se despidió  un domingo, recuerdo que un día antes me llamaron por teléfono era la Mama de Jorge que me invitaba a fiesta de despedida, pero no podía con la renta del sonido me era complicado por ratos solo pensando que ya partía e viaje Jorge esa persona que había robado mi atención y mis sentimientos.


Unos días después fui de nuevo al  Vaquero aquel bar de Insurgentes  me senté aquella barra y recordando a Jorge creo me había enamorado de él y me dolía que no estuviera  por ahí en la rockola  puse algunas canciones que hasta ese momento entendí la letra de muchas canciones y hasta  por ahí una lagrima salió, es cuando comprende que en corazón a veces no podemos controlar.


Paso el tiempo y supere aquellos días pesados volviendo a retomar el camino tratando de encontrarme por ahí un día sonó el teléfono era Jorge que había regresado de su viaje el detalle ni yo sabía que ya estaba en la ciudad, y nos quedamos de ver en la tercera banca de aquella salida del centro comercial aquella tarde, por fin mire a lo lejos venía Jorge lo pude distinguir por barba de candado y su lentes  inconfundibles , hasta el corazón me empezó a latir más fuerte y las manos hasta me volvieron a sudar,  a veces son impulsos que no podemos controlar , ya estando cerca observe algo que o entendí,  Jorge estaba acompañado de otra persona ya estando cerca  dio un abrazo y en eso me comento Roberto te presento a mi Pareja, un gusto estar de nuevo en México, me comento que daba las gracias por la amistad  y que solo estaba de paso porque los esperaba en la casa su pareja para cenar, me dio un abrazo  y se marchó.


Me quede sentado en aquella banca pensando en muchas cosas y a la vez en  ninguna el detalle con el corazón roto,  que hice mal o que interprete mal cual fue mi error no lo sabía, me quede como Penélope de la mitología Griega que un día su amante se fue a la mar prometiendo regresar, y Penélope todos días acudía al puerto a esperar si llegaba el barco de su amado pero nunca llego.


Así llegue a casa subí a mi recamara y pensando viendo el techo cuantas cosas habían pasado, cuantos sueños, cuantas ilusiones, pero creo que los cimientos estuvieron mal desde un inició  bueno echare de nuevo a volar las ilusiones y habrá dormir profundo para no pensar más, y esperar que navegante llegue.


     

No hay comentarios:

Publicar un comentario