lunes, 14 de julio de 2014

Historias 660 Te dejan ir como al agua


Me levante de nuevo una mañana soleada, el sol me lastimaba en la cara ya era tarde aquella mañana, me había desvelado la noche anterior había salido con aquella persona  por tercera vez en un mes y creo que las cosas estaban bien sin forzar nada, me sentía bien aunque desconocía muchas cosas de él, pero poco a poco las conocería por lo menos lo que se pueda.

En Ese momento yo estaba en ese punto donde no sabemos si buscar o dejar que llegue la persona, por varias ocasiones había intentado solo pláticas de antro, algún café, o alguna cena o muchas veces me dejaron plantado en alguna cita, por ahora estaba en la etapa de conocer a la persona, y no llevo prisa después veo que muchos apenas tienen un pequeña platica que ya dicen que tienen novio o pareja, en muchos casos habido amigos que apenas les dicen buenas noches y cambian se convierten en señoras casadas a pesar de que solo llevan unos días de andar con alguien dejan de hablar a los amigos, se vuelven misteriosos, cuando los vez en algún antro no conocen a nadie y casi van de mano paseándose en todo el antro como anunciando este es mi hombre que nadie lo puede tocar, te bloquean hasta te borran de tus contactos, porque puedes robar al maridado, suele pasar que en breve tiempo los dejan.

Volví a salir con Guillermo las cosas estaban bastante bien hay muchas cosas con las cuales me identifico y eso es lo importante no solo el contacto físico sino en muchos detalles y creo que poco a poco me va gustando más la situación, me siento bien por primera vez en mucho tiempo.

A veces que me marcaba  por teléfono durante la semana y eso era como confirmación de que alguien te estima,  me gustaba pasaron los días y quedamos de vernos el viernes por la noche,  me cito para cenar en un pequeño restaurante cerca de la calle de Amberes era un lugar especial como para  los Gays secretariales porque todos  los clientes del lugar parecen salidos de las oficinas con sus trajes y su ropa formal así como de gente mayor de los 40 años muy formal el lugar.

Llegue unos minutos tarde había llovido esa tarde eso complica el tráfico por muy cerca que estés Guillermo ya me estaba esperando ya ordenamos la cena y platicamos muy bien de muchas cosas todo me gustaba porque nunca me había sentido bien con una persona había química eso era lo importante, así transcurrió  la plática y Guillermo me comento así quedamos le pregunte que iríamos algún otro lugar me comento que no que si quería ir a otro lado lo hiciera y se quedaría ahí lo que entendí que hasta esa noche había terminado la relación así de golpe sin decir la causa ni la razón, por un momento no entendía la situación hasta que por un momento le comente bueno nos vemos, y Salí de aquel lugar con la cara mirando el piso, por momento no lograba entender la situación camine algunos pasos por las calles de la zona rosa sin hacer caso aquella situación, ya había caminado algunas calles cuando me pregunte la puerta que toque se abrió pero esta no era la adecuada habrá que seguir buscando o tocando puertas ahí estará la que busco.

Y esa noche pase por el anyway el antro de moda en calle de Monterrey, solo había escuchado pero no lo conocía y pensé porque no conocer nadie me lo impide así entre aquel lugar lleno de mucha gente muchas caras y ahí comprendí que porque morirse en un vaso de agua cuando hay un mar de posibilidades para encontrar a ese hombre que me entienda y que pueda compartir desde los más simple.

Paso el tiempo empecé a hacer ejercicio y cambio mi autoestima después de unos años hasta pareja tenía, por ahí en alguna ocasión me invitaron a un cumpleaños la cual acudí y lleve hasta el equipo de sonido que tenía, la fiesta llena de caras conocidas y desconocidas  todos estaba bien, yo físicamente había cambiado el ejercicio había modificado el cuerpo y ya la barba de candado  usaba con el cabello corto como hasta hoy, si cambia uno mucho.

Por ahí entre tanta gente escuche mi nombre trate de ubicar a la persona que me hablaba y era Guillermo aquel prospecto que me había mandado a volar una noche sin causa alguna por un momento me desconcertó pero solo me saludo.

Durante la fiesta no me quitaba la vista, algo incómodo para mí pero yo seguí con mi trabajo poniendo la música en esa reunión, ya casi por acabar la fiesta me volvió hacer la plática Guillermo y me comento que me invitaba a cenar  y me dio su tarjeta le comente que gracias, cuando se alejó solo rompí la tarjeta y la tire a la basura realmente lo no fue no será.


Y moraleja a veces las oportunidades llegan en la vida y a veces debemos valorarnos como personas, en ocasiones habrá quienes no valoren lo que realmente valemos pero habrá personas si por ellas habrá que luchar para que una relación dure cuanto más tiempo mejor.

     

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