Conocí a Don Pedro, una persona en aquel trabajo
solo porque era una persona de mal humor, si no por su homofobia, cada momento
aprovechaba para criticar y con palabras altisonantes dirigirse hacia nosotros,
quizá sospecho que yo era del ambiente.
Así paso el tiempo la verdad mejor lo sobre llevamos e
incluso en las fiestas casi nadie deseaba estar cerca de él por sus molestas críticas
y sus estúpidos comentarios, era grande sobre pasaba unos 50 años, por ahí en
alguna ocasión llevaba un rosario que quedó al descubierto e su saco, no se
quizá miembro alguna congregación religiosa de una iglesia, o miembro de una
cofradía, no lo sabía lo que si era cierto era un homofóbico.
Deje de trabajar en ese lugar y bueno con el tiempo llega
el uso del Internet y llegaron las redes sociales, un buen día me por ahí me
llego una solicitud la verdad no tenía fotos, le mande un comentario como te
voy a aprobar tu solicitud si no tienes fotos, bueno mis fotos no son de
estudio, no soy fotogénico pero por lo menos saben quién soy.
Poco tiempo después aquel misterioso perfil me mando unas
fotos, in box (correo) las cuales la primera muy borrosa que no se
distinguía tan pequeña que ni con el uso de una lupa lograría ver quién era, y
después la segunda foto donde aparecía una según más sexi y provocativa era una
donde miraba de la cintura hacia abajo, una piernas flacas y en donde había una
tanga roja y según para mata pasiones pero a mí me había matado las ganas de
seguir viendo las demás fotos, finalmente por ahí vi una foto de cara y era
aquel viejo, Don Pedro homofóbico, que me dio más risa.
El detalle cuantas personas actúan de esa manera
criticando y agrediendo y que son miembros de comunidades o cofradías
religiosas, que en de un dos por tres llega la tanga asesina matando todo
aquella pantalla de orgullo, miedos y sobre todo faltar de carácter para no
aceptar lo que realidad somos.
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