viernes, 7 de marzo de 2014

Historias 643 Estudio 54



Hace muchos años  no tuve oportunidad para vivir aquella época en algún antro,  solo pude escuchar la música en aquel radio de mi padre, esas canciones que hacia volar la imaginación, para mi corta edad creo ya se vislumbraba en closet el ambiente,  fue la época  disco de los finales de los años 70´s, con aquellas películas que iniciaron un movimiento y una tendencia  Fiebre de sábado  por noche y Gracias a Dios que es Viernes, por aquellos días hasta para conseguir alguna canción era muy complicado no como ahora que solo basta buscar en google o en youtube y la descargas en unos breves minutos, antes tenia que recorrer las tiendas de discos y a veces los discos antiguos de acetato llegaban muchos meses después de que lo escuchabas en la radio.


En Nueva York  hubo  un lugar que se habla en las revistas de moda y sociedad, este  lugar  sirve de parte aguas de un antes y un después  porque se lograron muchos cambios que con el tiempo han evolucionado como dar el nombre de discotecas o antros, antes eran salones de baile, el uso de las esferas de cristal , las luces de colores y audioritmicas y de neon, pero lo más importante  él  en ambiente gay hizo las bases el lugar llamado él Al Studio 54.

En tu momento se le llamo l a Gomorra moderna, la suma de todos los excesos. El local, que desde los 40 había sido uno de los estudios de la cadena CBS, fue rentado por Steve Rubell e Ian Schrager para convertirlo en la discoteca más famosa del mundo. Rubell, abiertamente gay y hedonista, era diametralmente opuesto a Schrager, un joven serio y tímido; la combinación funcionó bien.

Studio, como lo llamaban, abrió sus puertas en 1977. Rubell, amo y señor de la puerta, dejaba pasar a quien se le antojaba, buscando, según él, la mezcla perfecta entre heterosexuales y homosexuales, blancos y negros, famosos y comunes. Si ya hay “uno como tú” adentro, tú ya no cabes.

El escenario de lo que había sido construido originalmente como un teatro se convirtió en la pista de baile y en los palcos se desarrollaba una orgía perpetua. Era la época de liberación sexual que precedió al SIDA, los límites no existían. En el sótano, a donde sólo entraban los invitados de honor, se consumían más drogas que en el resto de la ciudad.

Implacable, Rubell se convirtió en el centro de la vida nocturna. Millonarios del otro lado del mundo viajaban horas en su avión privado sólo para asistir a la fiesta y regresarse al día siguiente. Con un mando dictatorial sobre la entrada, Rubell dejaba entrar por igual a celebridades que a camioneros (mientras fueran “guapos y divertidos”). La gente común buscaba convivir con los famosos, mientras que ellos encontraban en el local un mundo de gente bonita a sus pies. En Studio 54 cada noche era diferente. Un día podías encontrarte a ti mismo bailando con un par de asombrosas drag queens y al día siguiente chocando vasos con Steven Tyler. En su cumpleaños, Bianca Jagger hizo su triunfal entrada en un caballo blanco y Warhol se presentó a su propio festejo en una tina llena de dinero.

Para 1978, un año después de su apertura, sus dueños ya habían ganado más de 7 millones de dólares. El dinero salía cada noche por la puerta trasera del local en enormes bolsas de basura, Las celebridades llegaban en bandadas. Por los sillones del 54 pasaron Elizabeth Taylor, Yves Saint Laurent, John Travolta, Donna Summer, Alice Cooper, Farrah Fawcett, Al Pacino, Michael Jackson y Bette Davis entre muchos otros. Calvin Klein, Truman Capote y Andy Warhol eran clientes frecuentes. Se dice que incluso Grace Kelly y el presidente Jimmy Carter llegaron a cruzar la cadena de terciopelo.

Treinta y tres meses después de su apertura el departamento de impuestos de los Estados Unidos clausuró el local, que debía más de dos millones de dólares en impuestos. Rubell y Schrader se vieron forzados a vender la discotheque a una cadena que volvió a abrirla meses más tarde. Sin embargo, en manos de un empresario, el ambiente cambió y el paraíso hedonista no volvió a ser el mismo.

Estudio 54 contribuyó a la cultura de club, al crecimiento de la música disco y a la integración de público heterosexual y homosexual. una época de libertad sexual que se vio truncada por la aparición del sida., hoy en día es como una referencia a la cultura gay mundial por sus excesos pero sobre todo por su música.

Es por eso que cada vez que voy algún antro me recuerda toda la información y fotos y bueno creo si ha pasado el tiempo y mucho pero en la cultura gay  creo me falta conocer mucho porque hay algunas cosas que siguen vigentes pero no las vemos, que se ven pero no  a la vista, solo es un secreto a voces quizá para algunos una leyenda urbana pero de ficción a la realidad creo todo es posible.

Y estos días a escuchar música disco de aquellos famosos ya muy pocos.

  


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