Preparo todo bien el hecho
que cuando se tiene a alguien y cuando hay la necesidad de lo siempre buscamos,
se vuelve incontrolable nos preparamos, a esperamos impacientemente
el tiempo mirando el reloj, así mismo se vuelve todo un acontecimiento
porque hay preparar cada detalle, hasta la ropa, o aquella loción, nos
afeitamos y por si fuera poco hasta tardamos en bañarnos porque esperamos que
hoy si pase algo, como una emoción reprimida pero con gusto.
Va transcurriendo el tiempo,
esperando la llegada o el encuentro, con impaciencia, llega pero bueno vemos
que pasa de una plática esperada a una conversación aburrida y evasiva, y los
deseos reprimidos ahí están esperando el momento, pero no pasa nada termina
aquella conversión y el tiempo se va en otras cosas menos en despertar del
libido que traemos (las ganas de tener sexo)
Pero el tiempo pasa y en
medida ese deseo se va desvaneciendo como diluyendo poco a poco hasta
estar dormido hasta terminar agarrado en mi almohada, porque no pasó nada, me
da hasta insomnio no puedo dormir pensando en lo que pudo haber sido y no fue,
y la pregunta porque no pasó nada.
Me levanto voy al baño me
miro al espejo y vuelvo a preguntar porque si todo estaba preparado para ese
momento pero no pasó nada, ni pasara no sé quizá más tarde seque el
remedio apaga fuegos que todos sabemos esa mano que dice rompa el vidrio en
caso de emergencia en este caso dirá “utilice la mano cuando no tenga sexo” así
fue ese día de gran ilusión al final me venció el sueño, quizá mañana sea ese
día que espero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario