martes, 18 de marzo de 2014

Historias Con las ganas me quedo




Preparo todo bien el hecho que cuando se tiene a alguien y cuando hay la necesidad de lo siempre buscamos, se vuelve incontrolable  nos preparamos, a esperamos impacientemente  el tiempo mirando el reloj, así mismo se vuelve todo un acontecimiento porque hay preparar cada detalle, hasta la ropa, o aquella loción, nos afeitamos y por si fuera poco hasta tardamos en bañarnos porque esperamos que hoy si pase algo, como una emoción reprimida pero con gusto.


Va transcurriendo el tiempo, esperando la llegada o el encuentro, con impaciencia, llega pero bueno vemos que pasa de una plática esperada a una conversación aburrida y evasiva, y los deseos reprimidos ahí están esperando el momento, pero no pasa nada termina aquella conversión y el tiempo se va en otras cosas menos en despertar del  libido que traemos (las ganas de tener sexo)

Pero el tiempo pasa y en medida  ese deseo se va desvaneciendo como diluyendo poco a poco hasta estar dormido hasta terminar agarrado en mi almohada, porque no pasó nada, me da hasta insomnio no puedo dormir pensando en lo que pudo haber sido y no fue, y la pregunta porque no pasó nada.

Me levanto voy al baño me miro al espejo y vuelvo a preguntar porque si todo estaba preparado para ese momento pero no pasó nada, ni pasara no sé quizá más tarde  seque el remedio apaga fuegos que todos sabemos esa mano que dice rompa el vidrio en caso de emergencia en este caso dirá “utilice la mano cuando no tenga sexo” así fue ese día de gran ilusión al final me venció el sueño, quizá mañana sea ese día que espero.




No hay comentarios:

Publicar un comentario