viernes, 7 de marzo de 2014

Historias 644 La relación que nació muerta

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En aquella barra estaba Cesar ese regordete  hombre de más de 40 años, aparentaba más por su estatura y su descuidado cuerpo, de barba  fornido que por algún tiempo estuvo en grupo de los osos pero con el paso del tiempo le paso lo que a mí, no hice amistades por más que acudía a las fiestas temáticas  no más no pude conocer aquellos hombre robustos y velludos por desgracias solo gordos y sin vello pero todos en un mundo de pose quizá porque no soy como ellos a su lado estoy chaparro y delgado más bien como una nutria, por eso deje de ir aquellas fiestas.

Cesar tenía algo que no me gustaba por momentos estaba contento no faltaba día que me saludara o me hablara por el Messenger, recuerdo el día que lo conocí por primera vez ni lo creía pero todo bien su amistad me gusto, pero por otro lado a veces se enojaba por nada y tardaba mucho en hablarme, finalmente  supe que era bipolar por ratos bien u otros  triste y melancólico por otras con su mal humor, solo me toco sobre llevarlo para no perder su amistad.

Pero a su edad como que pensaba que ya no tenía de conseguir a alguien para pareja y cuando supe se había enamorado de  Jorge una persona 7 años menor que el, eso era bueno porque por fin había encontrado un sentido a su vida, pero con el tiempo Jorge se fue a vivir con él, siempre no hay vida que compartir la misma con alguien.

Al poco tiempo me pidió un consejo Jorge se había quedado sin trabajo y como era de Colima no podía regresar con sus padres así que empezó a solventar los gastos, pero al poco tiempo me comento Cesar que le estaba de novio con otra persona, el mejor remedio es hablar con él y dejarlo no  hay mal que dure cien años.

Paso un mes y me comento que no soportaba estar solo que a su edad lo único que amaba era a Jorge, por lo que lo busco y lo perdono y ahí hasta ahora se ha vuelto una relación abierta porque este siempre le pone el cuerno, mientras que Cesar en el trabajo no lo deja porque su mayor temor es quedarse solo y sin nadie, pero  se aguanta los celos solo por vivir con ese miedo de  enfrentar la vida nuevamente sin nadie y tener que buscar un hombre de nuevo.



En la vida nos aferramos algo pensado que es lo mejor o muchas veces daños por hecho así somos felices cuando una de las partes no lo da todo, el temor a estar solos ese algo que a veces nos obliga a estar  ligado a algo que al final llegara a nada, solo tratar de analizar las cosas que queremos y dar un paso pero en firme porque el tiempo pasa y al final quizá estemos más solos de lo podemos estar ahora y el tiempo avanza y ya no regresa.

     

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