miércoles, 19 de junio de 2013

Historias El oso perdido



Aquella tarde tenía que llegar  rápido a una junta de trabajo, por la hora en la ciudad de México las distancias cortas se vuelven largas, aunque vaya uno rápido, la marea de gente la vemos por todos lados, aquí esperando el transporte, se aparecen personas interesantes, la verdad siempre con la duda si serán o no de ambiente pero dejan un gusto no solo a lo que ve uno si  no algún sueño vagabundo, pero haciendo memoria siempre me han gustado los barbones y velludos.

Recuerdo que en esos años no sabía de los diferentes tipos de clasificaciones que yo tenía de la gente en este medio, todo depende de cómo te vistas, como sea tanto físicamente, si eres obvio, varonil, si eres activo o pasivo, si eres cabaretita o vestida en fin una infinidad de concepto, pero lo que tenía muy claro que me gustaba cierto tipo de personas que eran fornidas. Velludos, de barba  completa o de candado, pero la pregunta fue donde encontrarlos.

Por ahí en internet busque y encontré hay término de osos así por ahí en un restaurante se juntaban  los fines de semana la primera vez creo un evento privado ni siquiera me dejaron entrar  ya fue por una ocasión que comente que fui a un balneario al sur de la cuidad donde conocí  a los osos, busque y encontré su página en internet, y bueno el detalle hasta ahora solo amistades y por más que me he esforzado por tener amistades estas son limitadas si me conocen pero virtualmente. 

Y ahora reflexionando a veces nos hacemos nuestra cárcel, creamos un concepto de cómo queremos a las personas,  que si no es como lo que tenemos como objetivo no se va dar nada me gustan los osos pero creo nunca conoceré alguno. 

Y bueno esto para darse oportunidad ya llegara será.


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