La próstata es una glándula que se encuentra debajo de la
vejiga de los hombres y produce el líquido para el semen. El cáncer de próstata
es común en hombres de edad avanzada. Este tipo de cáncer es raro en hombres
menores de 40 años. Los factores de riesgo de desarrollarlo incluyen: tener más
de 65 años,
Sobre la base de las observaciones epidemiológicas se han
sugerido cuatro causas principales del cáncer prostático:
Factores genéticos: Aunque existen indicios que
involucran a los factores genéticos en la causa del cáncer prostático, es
difícil separar estos factores de los factores ambientales. Estudios genéticos
han mostrado que existe un gen específico del cromosoma 1 o gen HPC-1 que
aumenta la probabilidad de contraer cáncer de próstata.
Causas
Factores hormonales:
Varios estudios han sugerido que los factores hormonales
pueden tener importancia en el desarrollo del cáncer de próstata. Éstos
incluyen:
La dependencia de las hormonas andrógenos (masculinas) de
la mayoría de los cánceres de próstata.
El hecho de que el cáncer prostático puede ser inducido
en ratas mediante la administración crónica de estrógenos y andrógenos
(hormonas femeninas y masculinas).
La frecuente asociación de cáncer prostático con áreas de
atrofia prostática esclerótica.
Factores ambientales:
Quienes emigran de regiones de baja incidencia a
regiones de alta incidencia mantienen una baja incidencia de cáncer prostático
durante una generación y luego adoptan una incidencia intermedia. También se
han identificado varios factores ambientales que podrían ser promotores del
cáncer de próstata. Éstos incluyen:
- Dieta alta en grasas animales.
- La exposición al humo del escape de los automóviles.
- La polución del aire, cadmio, fertilizantes y
sustancias químicas en las industrias de la goma, imprenta, pintura y naval.
Agentes infecciosos:
Se ha considerado que los agentes infecciosos
transmitidos por vía sexual podrían causar cáncer prostático, sin embargo, los
estudios epidemiológicos, virológicos e inmunológicos han brindado resultados
contradictorios. Los estudios epidemiológicos han sugerido un aumento en el
riesgo de cáncer prostático asociado con un mayor número de compañeros
sexuales, una historia previa de enfermedad de transmisión sexual, frecuencia
del acto sexual, relación con prostitutas y edad temprana de comienzo de la
actividad sexual.
En contraste, otros estudios han sugerido que existe un
mayor riesgo de cáncer prostático asociado con la represión de la actividad
sexual, como un comienzo en edad más tardía, un pico más temprano y una
cesación prematura de la actividad sexual. Por otra parte, algunos trabajos han
mostrado un mayor riesgo entre los pacientes que nunca estuvieron casados y un
riesgo aún mayor entre aquellos que tuvieron niños, pero otros estudios no han
mostrado una correlación significativa con el estado marital o con el número de
hijos. De forma similar, los estudios de potenciales agentes infecciosos no han
brindado resultados concluyentes, como tampoco proporcionan pruebas concretas
para una causa infecciosa de cáncer prostático.
Los síntomas de la enfermedad pueden tardar mucho tiempo,
incluso años, en manifestarse. Por lo general, pasado un tiempo el cáncer se
puede manifestar mediante alteraciones en la función de orinar (incapacidad
para hacerlo, efectuarlo de forma muy frecuente, sentir dolor o padecer
incontinencia). Junto con estos síntomas, el paciente puede padecer un dolor
frecuente en la parte baja de la espalda, tener una vida sexual problemática e
incluso expulsar sangre en la orina o en el semen. No obstante, estas
alteraciones físicas no siempre implican la existencia de cáncer.
PREVENCIÓN
Esta enfermedad presenta unos síntomas que tardan muchos
años en manifestarse. Por este motivo, es muy importante que las personas que
tienen posibilidades de contraer la enfermedad se sometan a exámenes médicos de
forma frecuente. Es importante recordar el hecho que el hombre tiene mayores
posibilidades de padecer la enfermedad a medida que envejece.
DIAGNÓSTICOS
A pesar de la evolución lenta de la enfermedad y de la
manifestación tardía de sus síntomas, el cáncer de próstata puede
diagnosticarse mediante pruebas médicas. A través de un examen digital
(palpamiento en la zona afectada) o un análisis de sangre especial, se puede
llegar a detectar la enfermedad antes de que los síntomas se presenten. Tras
una revisión física general, el urólogo hará preguntas sobre los síntomas y
antecedentes médicos, y procederá a realizar algunos exámenes.
Este tipo de cáncer se desarrolla de forma muy lenta,
provocando que, en muchas ocasiones, el tratamiento tenga que efectuarse
durante un largo plazo de tiempo. Se debe destacar, sin embargo, que si el
cáncer se detecta en su primera fase, cuando todavía se encuentra dentro de la
próstata, el paciente puede tener una larga expectativa de vida.
El tratamiento de la próstata depende básicamente del
estado evolutivo de la enfermedad. Datos como el grado, la etapa del cáncer o
la edad y el estado de salud del paciente son muy importantes para decidir el
tratamiento a seguir. Actualmente hay cuatro formas de proceder para reducir
y/o extraer el cáncer de próstata:
El tratamiento del cáncer de próstata suele depender de
la etapa del cáncer. La velocidad de crecimiento de este y su diferenciación
del tejido circundante ayuda a determinar dicha etapa. Los hombres con este
tipo de cáncer tienen varias opciones de tratamiento. El mejor para una persona
puede no ser el mejor para otra. Estas opciones pueden ser solamente una
observación cuidadosa y vigilancia médica sin tratamiento, cirugía,
radioterapia, terapia hormonal y quimioterapia. También puede ser una
combinación de estas.
Solo es para que no dejemos pasar siempre hay que estar
prevenidos.