Cuando estamos enamorados, es natural sentir cierto temor de
perder a la persona amada. Queremos que el objeto de nuestro amor nos
quiera en retorno y ser los únicos destinatarios de ese cariño.
Tememos ser rechazados pero en particular, tememos que la persona amada
le entregue su amor a otro.
Los celos son sentimientos normales que surgen en una pareja
y constituyen uno de los temas que se necesitan hablar abiertamente. Es
importante recordar que hasta aquellas personas que se sienten felices y bien
con sus compañeros, ocasionalmente sienten celos.
Los celos no tienen por qué amenazar la estabilidad de la
relación, ni son una señal de que hay problemas en la pareja.
Cuando los celos se salen del control, se transforman en
sentimientos de posesión y pueden ser detrimentales para la pareja.
Entonces se hace necesario ver qué se “esconde” debajo de esta
emoción tan intensa y negativa. Los celos posesivos hablan de inseguridades
y dudas personales, de un temor constante a ser abandonado. Asimismo,
implican sentimientos de intensa angustia, de amenaza, fantasías de rechazo y
usualmente van acompañados de ira y acusaciones irracionales hacia la otra
persona.
Cuando los celos han escalado a una situación que trae
tensión y que amenaza la estabilidad de la pareja, se debe confrontar el
problema. La persona “celosa” tiene que animarse a ver y hablar con su
pareja sobre las angustias, miedos de abandono y sentimientos dolorosos que se
esconden detrás de los celos.
Si usted se siente víctima de los celos descontrolados de su
pareja, trate de no caer en la trampa de contestar preguntas irrazonables
y se ve que no hay solución es mejor terminar por las sano sin llegar a problemas
mayores.
Por desgracia en el ambiente gay hay se dé más esto, el
detalle somos más fáciles de caer, o de tener experiencias fuera de
relación no sea por instinto natural o porque por genero somos más susceptibles
a caer viviendo en un aparador solo cuidado.
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