martes, 18 de noviembre de 2014

Historias El Faje





En ocasiones hemos pronunciado cuando vemos alguna persona, que esta buena para un faje, creo muchas ocasiones  aquí más detalles



Él faje. Encontré que la palabra faje viene del griego fagia que significa “comer”, es querer comerse a besos a la pareja.

El Faje y/o Magreo (coloquialmente franela,  etc.) designa las relaciones sexuales consistentes fundamentalmente en caricias íntimas, sin ningún tipo de penetración, ni vaginal ni anal. También es frecuente el uso del anglicismo petting,  procedente del verbo to pet, que tiene un significado mucho más amplio que el sexual y alude al hecho de acariciar, besar, etc. a los animales de compañía (pet también significa 'mascota'), los mimos que prodigan las mamás a sus bebés, etc.

Grados  del  faje

1. -  Término Sencillo Tomarse las manos, darse besos, abrazarse.

2. -  Término  medio Caricias sexuales sobre la ropa, que pueden incluso imitar
           Él coito.

3. -  Término avanzado Caricias sexuales bajo la ropa. Incluye desde meter la
          mano bajo la ropa hasta estar totalmente desnudos y practicar sexo
          oral, masturbación mutua, frot o tribadismo



En sí, él faje se da de forma natural, sin plan previo, ya que suele empezar con besos tiernos que luego se transforman en besos apasionados mientras ambos se acaricias suavemente, con abrazos fuertes y besos por todas partes.

El beso en el cuello es fundamental para el faje, (luego aparecen los típicos moretones que hay que estarse ocultando después para evitarse problemas). También hablarle a la pareja al oído provoca un aumento de temperatura que suele apasionar aun más él faje.

La pasión de los dos en un faje hacen que realmente sea placentero y así se van conociendo las partes más sensibles de la pareja sin riesgo alguno, bueno no del todo, ya que si existen en algunos casos riesgos hasta de embarazo, pero de eso trataremos en la entrada siguiente.


Él faje consiste en besos y caricias, de todo menos penetración.




El hombre acaricia las piernas, los glúteos, la espalda, los pechos, los pezones, el abdomen, el cuello, los hombros, quizás por eso dicen que en un faje el hombre parece calamar.

El lugar es fundamental para un buen faje, tiene que ser un lugar muy intimo sin riesgo de que alguien pueda interrumpir, cómodo por supuesto con un toque romántico. Es muy común un faje en el automóvil, esta bien siempre y cuando sea un lugar realmente solitario porque de lo contrario pueden tener problemas muy serios.

El Faje seguro, divertido y relajante

Una de las opciones que existen dentro de los juegos sexuales es el faje. Para muchos es un remedo de una sesión erótica seria, para otros es el preámbulo para llegar a más, pero en realidad es una sesión sexual con características muy propias.

Su chiste

Él faje, es una forma de intimidad en la cual no se incluye ningún tipo de penetración o la práctica del sexo oral, aunque la masturbación mutua sí es parte de este juego sexual.

Se caracteriza por que es una sesión donde las caricias, los abrazos y los besos son los protagonistas. Por ello, un buen faje es una forma muy placentera de actividad sexual ya que se tiene la libertad de acariciar y besar a la otra persona sin que exista presión alguna para que haya coito.

Da oportunidad a que se inventen o reinventen caricias, así como distintas formas de besarse. Por lo regular, y a diferencia del sexo rápido, éste lleva su tiempo y no depende o tiene siempre como fin el orgasmo.

La ropa

Las caricias bajo ésta es una de sus técnicas, de tal forma, que la pareja puede estar vestida durante todo el tiempo o bien, se pueden ir quitando algunas prendas. Cuando sólo se descubre la parte superior del cuerpo, dejando libre el torso ya sea de uno o bien de ambos se conoce como petting. Este tipo de faje permite que los abrazos sean más intensos ya que el contacto piel a piel resulta muy excitante, además que se dejan expuestos los pezones para ser acariciados y besados.

Los lugares

Por ser una práctica que sólo conlleva caricias, abrazos y besos, aunque sean muy intensos, puede tener lugar en muchos sitios. Si la pareja no se despojó de ninguna prenda, el faje se puede encontrar en plena vía pública, en bancas de parques, en salas de cines, escaleras de oficinas y centros comerciales, calles obscuras y por su puesto en coches estacionados.

Pero si cayeron algunas ropas y se llegó al petting o al desnudo total, es más común que se haga en lugares más privados como la casa o algún hotel.

El sillón

Cuando se piensa en sexo completo se le asocia a la cama, pero cuando hablamos de faje pensamos en un sillón. Y es que él faje es una sesión amatoria que permite la excitación pero no presiona a la pareja a tener mayor intimidad. Puede iniciar con una charla en el sillón o mientras se ve la tele. Resulta ser una expresión de cariño y ternura o bien de fogosidad. Para muchas personas un buen faje es relajante y estimulante, además que les permite mantener la libido alta.

Con o sin orgasmo

Da igual, en esta práctica sexual lo que más importa es el disfrute él lo que se hace y no le hacer para conseguir. Por ello, es también una opción para lograr orgasmos o simplemente liberar tensión sexual acumulada.

Toma Nota

Las mujeres son más aficionadas que los hombres al bondage, práctica erótica consistente en ser inmovilizado mediante cuerdas u otros accesorios durante el sexo, según la agencia Lovepoint.de.

La actriz estadounidense Eva Longoria confesó recientemente, que le gusta mucho que a la hora de practicar sexo la aten suavemente con pañuelos de seda.

De hecho, el 92% de las mujeres sueñan con juegos bondage y con protagonizar escenas sadomasoquistas ligeras, frente al 54% de los hombres, según una encuesta de esa página de Internet.

Los resultados revelan que al 95% de las mujeres les excita observar cómo su pareja se masturba. Y sólo a uno de cada tres hombres le provoca una subida hormonal ver cómo la mujer se masturba en su presencia.

Sólo al 9% de las féminas les gusta el sexo oral, el 61% está dispuesta a practicarlo para que su pareja llegue al orgasmo. Pero en los hombres, el 97% adora recibir sexo oral, mientras que sólo un 6% tiene ganas de devolver el favor a su pareja.




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