miércoles, 5 de noviembre de 2014

Historias 668 Cuentos de la Revolución El jaripeo.


Ya era la hora para empezar aquel Jaripeo los grupos de jinetes ya calentaban y aquel ruedo ya lleno de gente por el anunciaba la suerte y todos con aplausos iniciaba aquel convivio, yo con unos amigos sentado en aquella banca mirando con mucha curiosidad me gusta pero sobre todo la estampa mexicana en toda su expresión, es cuando uno se siente orgulloso de lo que un país como el nuestro, por ahí entre muchos grupos paso uno de los jinetes con su traje de charro, al aplomo y la imagen que fácilmente hace uno no solo imaginarse muchas cosas si no también pensar en cosas que no y lo peor más aun cuando el ambiente o la preferencia sexual es un tabú.

 Por ahí me invitaron un tequila, y luego otro es cuando ya con algunos sientes la fiesta no solo viendo sino en uno mismo, el detalle porque será que el libido se despierta y nos desinhibe es como abrir la caja de pandora, es cuando algunos destellos de lo en verdad es la personalidad afloran, nunca falto el tío, el amigo el conocido que con algunos tragos ya casi te besan cuando te hablan cuando las miradas son inquietantes ni solo con los conocidos si hasta con los casados, por ahí Don Ramiro que viene con su esposa hasta su vaso con bebida me saluda y se ríe solo observo que cuando me ve hasta se flota el bigote y acaricia un borde del sombrero pero yo entiendo aquella señal, pero todo bien dentro de mis temores siempre en esta etapa del festejo pasan al segundo plano y viene la parte interesante.

Pasa el tiempo y el evento está por concluir cuando el alcohol y la cerveza hacen de uno la presa y actúan como diuréticos y va uno a los baños por ahí nunca falta alguno de los asistentes que para ir a orinar se tarda tanto que como presumiendo su miembro, o los que esta uno ahí y está volteando a cada rato, o por ahí otro que casi se quita el pantalón para ir a orinar, pero todo ahí es Buga  un ambiente heterosexual pero creo es un secreto a voces pero ambiente lo hay claro en otra forma y contexto.

Fue en la segunda ocasión que estando en el baño me encontré a Don Ramiro que su risa me miraba y miraba su miembro como diciendo ya viste lo que tengo, solo riéndome al final solo paso que saliendo me comento que padre está el evento hasta me invito otro tequila reposado.

Acabo el evento y todos se fueron a la comida en la hacienda por motivo de la fiesta patronal  fue un festejo entre la rica barbacoa que al momento de llegar la sacaban del horno en donde se deshacía y olor a consomé invadía el ambiente, por ahí no faltaron las tortillas hechas a mano, la salsa borracha así como el pulque y sus variedades de preparación, pero también el tequila entre tanto conocido y familia un buen evento.

Paso el tiempo entre risas pláticas entre conocidos por ahí llego el grupo de músicos que toco algunas canciones conocidas para bailar pero poco a poco se acabó la fiesta por ahí observe que Salía Don Ramiro con su familia, pero regreso a la fiesta, me alcanzo y platicando hasta sentí su mano en mi hombro que padre evento vamos a tomarnos un trago pero mejor en su casa de Don Ramiro ya estaba también encarrilado.

Solo recuerdo que estaba sentado en aquella sala tipo colonial junto a la chimenea Don Ramiro saco su botella de tequila reposado, limones y sal en un platito, y ahí tomando hasta me comento que me estimaba mucho igual se me hacia una persona de carácter fuerte pero ahí estaba después no recuerdo nada.

El frio me hizo despertar pero lo que más me dolió era ese dolor de cabeza y todavía mareado eran como las 6.00 a.m. pude escuchar a los gallos cantar, tenía frio porque estaba sin camisa, pero medio más sorpresa que aun lado de mi estaba Don Ramiro aquel hombre rudo de bigote y fornido lo pude observar que era mucho mejor de lo hubiera imaginado igual desnudo observando aquel pecho velludo marcado ya canoso pero buen ver, lo pude observar que estamos en la bodega donde está la paja, solo lo desperté le comente que ya me retiraba no me pudo contestar de lo borracho que estaba también, me pare tan rápido me puse las botas a salir de ahí hasta los perros me ladraron pude llegar a mi casa a seguir durmiendo y con esa sensación que fue lo que paso, al final cruda y la desvelado me vencieron.

Paso el tiempo por ahí después de un rato me encontré a Don Ramiro saliendo de la misa del domingo pero no me saludo serio como siempre creo que ni se acuerda yo solo recuerdo aquella imagen que solo de acordarme me prendo y me gusta recordar aunque Don Ramiro ya no se acuerde pero realmente no sé qué paso pero fue bueno.


La actitud de Don Ramiro me desconcertó pero así es esto, paso el tiempo llego el tiempo de un jaripeo en otro poblado  ahí en las gradas cuando llegue pude observar que estaba Don Ramiro ya con algunas copas  y cuando llegue solo observe que me saludaba con su caballito de tequila y se frotaba el sombrero, solo conteste con una risa  y me frote las manos esa noche seria  buena aunque sea un secreto a voces.

   





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