Aquella noche de viernes camino al antro, siempre salía de
casa alrededor de las 10.30 pm para llegar a tiempo a veces sin lugar para
poder llegar en otras ya con lugar en la mente en ese trayecto caminando
por la calle hacia la avenida principal pensando en el ambiente gay siendo un
medio complejo siempre podemos enfrentar mis miedos del ambiente gay.
Unos de los primero al enviar un toque en facebook,
o poner gusta un mensaje breve de quién te llama la atención el
miedo a que te mande al carajo, no te conteste o te mande mensaje
arrogantes o en su perfiles mencione cuales son los requisitos para estar en la
banca de espera y poder conocer, o la inseguridad nos persigue para devolver
una sonrisa, un saludo, para tomar la iniciativa y romper el hielo y decir
aquella persona me gustas y aquí estoy.
El miedo a la soledad en no tener pareja, que sea la
motivación de la día el sentirse importante para alguien lo
disfrutar de una plática o simplemente ver la tv, así mismo compartiendo
la vida por los simple, es ingrediente es eso convivir y no sentirse solo, en
no verse a futuro solo, la soledad, la
interminable búsqueda del hombre "ideal".
Estando con pareja otro de los miedos que nos enfrentamos es
las mentiras e infidelidades disfrazadas; cuando la desconfianza se
vuelve rutina a veces podemos decir que alguien nos quiere pero no todas la
veces es así cuando la confianza se vulnera es difícil poderla recuperar porque
el cae una vez puede caer dos veces, cuánto miedo puede haber después de tantos
golpes en el alma, de estar en segundo plano por tanto tiempo.
Otro de miedos que enfrentamos es cuando solo nos
buscas para compañías simples cuando juegan con los sentimientos, cuando
tenemos sexo pensado que encontraremos con esto una pareja cuando no conocemos
la persona y al día siguiente ni siquiera te mira o te hable o te marque,
parejas efímeras como llamas que se extinguen cuando el rayo del sol toco la
puerta.
Cuánto miedo podemos sentir y qué podemos hacer con él. Qué
hacemos ante una mirada que te estremece el alma y te da miedo la desconfianza
propia y la del otro.
Tengo miedo porque muchas veces me han visto el cuerpo y no
me han explorado el alma, mi forma de pensar fue pasada por alto tantas
ocasiones que me redujeron a una absurda pregunta: ¿qué eres: activo a
pasivo? O cuanto te mide, en donde lo hacemos, tienes ligar no vemos en cuarto
oscuro.
El miedo a los Hombres que juran una fidelidad inexistente,
un amor intenso y maduro que se acaba con el primer cuerpo que se ofrece y se
antoja. Una vez sólo fui el amante que debía esconderse, abrazarse en lugares
lejanos o cerrados y decir palabras a susurros que sólo eran mentiras. Alguna
otra vez me celaron tanto que terminé enfermo de duda y de desconfianza, otras
se enamoraron de mí y yo no pude por más que intenté.
El miedo a los besos vacíos, besé sin amor y me sentí vacío;
desperté con alguien y sólo se levantó y se fue, estuvieron conmigo y fui el
trofeo que se mostraba pero con el jamás se podía comprometer por miedo a
perderse, estuve con quien no supo definir su sexualidad y mucho menos lo que
tenía conmigo y fui violentado con silencio.
Miedo a las Palabras y palabras he escuchado y han
construido castillos que terminan derrumbados, futuros que jamás se
cumplen, lágrimas contenidas y a veces tiradas a mares, sentimientos
que nacieron para morir rápidamente.
He querido cambiar tantas veces, arrancarme al corazón para
dejar de sentir; quise ser frío, quise no volverme a ilusionar, pero sé
que no todo lo es malo que habrá en ese mar de gente algún hombre que
quiera compartir la vida conmigo y que aprendemos a vivir con todos esos
miedos y tener la certeza que el que no se arriesga jamás podrá decir que
lo intento.
Así llegue al antro y la vida de nuevo me dada una esperanza
aun que muchas veces no sea el lugar adecuado para encontrarlo.
Aquella noche de viernes camino al antro, siempre salía de
casa alrededor de las 10.30 pm para llegar a tiempo a veces sin lugar para
poder llegar en otras ya con lugar en la mente en ese trayecto caminando
por la calle hacia la avenida principal pensando en el ambiente gay siendo un
medio complejo siempre podemos enfrentar mis miedos del ambiente gay.
Unos de los primero al enviar un toque en facebook,
o poner gusta un mensaje breve de quién te llama la atención el
miedo a que te mande al carajo, no te conteste o te mande mensaje
arrogantes o en su perfiles mencione cuales son los requisitos para estar en la
banca de espera y poder conocer, o la inseguridad nos persigue para devolver
una sonrisa, un saludo, para tomar la iniciativa y romper el hielo y decir
aquella persona me gustas y aquí estoy.
El miedo a la soledad en no tener pareja, que sea la
motivación de la día el sentirse importante para alguien lo
disfrutar de una plática o simplemente ver la tv, así mismo compartiendo
la vida por los simple, es ingrediente es eso convivir y no sentirse solo, en
no verse a futuro solo, la soledad, la
interminable búsqueda del hombre "ideal".
Estando con pareja otro de los miedos que nos enfrentamos es
las mentiras e infidelidades disfrazadas; cuando la desconfianza se
vuelve rutina a veces podemos decir que alguien nos quiere pero no todas la
veces es así cuando la confianza se vulnera es difícil poderla recuperar porque
el cae una vez puede caer dos veces, cuánto miedo puede haber después de tantos
golpes en el alma, de estar en segundo plano por tanto tiempo.
Otro de miedos que enfrentamos es cuando solo nos
buscas para compañías simples cuando juegan con los sentimientos, cuando
tenemos sexo pensado que encontraremos con esto una pareja cuando no conocemos
la persona y al día siguiente ni siquiera te mira o te hable o te marque,
parejas efímeras como llamas que se extinguen cuando el rayo del sol toco la
puerta.
Cuánto miedo podemos sentir y qué podemos hacer con él. Qué
hacemos ante una mirada que te estremece el alma y te da miedo la desconfianza
propia y la del otro.
Tengo miedo porque muchas veces me han visto el cuerpo y no
me han explorado el alma, mi forma de pensar fue pasada por alto tantas
ocasiones que me redujeron a una absurda pregunta: ¿qué eres: activo a
pasivo? O cuanto te mide, en donde lo hacemos, tienes ligar no vemos en cuarto
oscuro.
El miedo a los Hombres que juran una fidelidad inexistente,
un amor intenso y maduro que se acaba con el primer cuerpo que se ofrece y se
antoja. Una vez sólo fui el amante que debía esconderse, abrazarse en lugares
lejanos o cerrados y decir palabras a susurros que sólo eran mentiras. Alguna
otra vez me celaron tanto que terminé enfermo de duda y de desconfianza, otras
se enamoraron de mí y yo no pude por más que intenté.
El miedo a los besos vacíos, besé sin amor y me sentí vacío;
desperté con alguien y sólo se levantó y se fue, estuvieron conmigo y fui el
trofeo que se mostraba pero con el jamás se podía comprometer por miedo a
perderse, estuve con quien no supo definir su sexualidad y mucho menos lo que
tenía conmigo y fui violentado con silencio.
Miedo a las Palabras y palabras he escuchado y han
construido castillos que terminan derrumbados, futuros que jamás se
cumplen, lágrimas contenidas y a veces tiradas a mares, sentimientos
que nacieron para morir rápidamente.
He querido cambiar tantas veces, arrancarme al corazón para
dejar de sentir; quise ser frío, quise no volverme a ilusionar, pero sé
que no todo lo es malo que habrá en ese mar de gente algún hombre que
quiera compartir la vida conmigo y que aprendemos a vivir con todos esos
miedos y tener la certeza que el que no se arriesga jamás podrá decir que
lo intento.
Así llegue al antro y la vida de nuevo me dada una esperanza
aun que muchas veces no sea el lugar adecuado para encontrarlo.