Aún
hay oscuridad en aquellos muros de la habitación. el frio de la mañana era
evidente, el l ruido del gallinero que estaba cerca me despertó, en el ambiente el olor del nixtamal, el proceso mediante el que se realiza la
cocción del maíz con agua y cal, para obtener masa invade poco a poco, Mi abuela Materna se ha levantado temprano para prepararlo, puse
mis zapatos solo la alcance camino a entrada
de la hacienda, ese casco viejo y
derruido a lo lejos los primeros rayos
de luz dejaban ver la capa de neblina en el valle que estaba enfrente, mi
abuela esperaba al muchacho que pesaba que recogía el maíz para la molienda en
Echavarría un poblado cercano con molino.
Unos días antes había logrado convencer a mis
padres para que dieran permiso de venir con mi abuela a visitar la hacienda o
el rancho, solo recuerdo haber salido con mi abuela y haber abordado un taxi muy
temprano quizá las 5.00 am, y recorrer eje central rumbo a la central de
autobuses, en el trayecto el taxista escuchaba un programa llamado amanecer
ranchero donde sonaba música ranchera hasta creo que de Pedro Infante.
Así cerca
de Pachuca, Hidalgo mis recuerdos son pocos, aquel casco de hacienda en ruinas,
la casona principal a punto de derrumbarse, con un jardín al centro del interior de la casa, en aquellos pasillos
en uno de sus muros hay murales donde se
apreciaban una la vista de la hacienda en tiempos de auge y otro lado la pintura una dama vestida a la época de fines del siglo XIX, cuantas
historias habrán sucedido en esos
lugares, y después de la revolución aquella prospera hacienda cayo, ahora la
mayor parte en ruinas, si daba el aspecto de nostalgia, de miedo aun hoy me han
comentado de espectros y sonidos que vagan en la oscuridad y por todos lados.
A mi
corta edad 7 años era para mí algo nuevo pero de alguna manera conectado a mis raíces,
mis ancestros han sido gente de campo, aquí en la ciudad de México en Coyoacán donde
sembraban las flores, legumbres y hortalizas, pero al crecer de la urbanización
de la Ciudad de México, cambio las condiciones fue una permuta de tierras para fraccionamientos
en la ciudad lo que originó en traslado de mis familiares a esta parte de
Hidalgo.
En el
interior de la hacienda hay un camino ancho que conduce a los corrales que esta
fondo sin antes pasar por las caballerizas y por ahí se ve el abrevadero un
extensión enorme donde la vegetación semidesértica predomina los magueyes y las
nopaleras, la yucas, biznagas y otras
especies que desconozco, esa zona en esas fechas eran los baños, no había letrinas y si las había no las
usaban por algún motivo, ya en los corrales colindaban con otra construcción derrumbadas,
recuerdo algún día corriendo por aquellos paredones donde las hormigas rojas se me subieron me abuela lo primero que hizo fue reganarme y
de inmediato que baño con aguan fría, y
la ropa igual son muy peligrosas .
Una
mañana acompañe a mi abuela a dejar la comida a los puercos ahí recuerdo que
por abrevadero salió un zorrillo se cruzó en el camino, con asombro intente
agarrarlo pero un fuerte jalón de patillas por parte de mi abuela freno mis
aspiraciones, tenía razón la orina de ese animal me hubiera dejado apestoso
durante varios días.
Otro
día estuve recorriendo los pasillo de la casa principal hasta un murciélago me
salió, de alguna manera había que compensar
que no hubiera señal de televisión, solo radio la música que aquellos años no me llamaba la
atención, eso es lo que a veces se me hacía aburrido.
En
el transcurso de aquellos días note algo que no era común no tenía en quién
confiar mis familiares eran prácticamente desconocidos incluyendo a la Abuela
dulce que yo quería mucho, ahora su forma de ser real me mostraron una abuelita
hostil en quien confiar, mis padres y mis hermanos estaban en la ciudad de
México muy lejos.
A
esa edad que yo tenía no sé si mi forma
de hablar o mis expresiones, delataban que
era gay en closet empecé a notar el hostigamiento por parte de mis familiares,
desde los primos fue algo complicado desde mis primos, mis tíos y mi abuela,
cosa que con el pasar de los días fue más notorio.
Amaneció
otro día mi abuela hacia las tortillas a mano todavía recuerdo aquel comal grande
donde se hacían las tortillas y con leña, una taza de un poco de guisado de día
anterior era el desayuno perfecto como quedo plasmada esa escena en mi memoria.
A
los pocos días ya no me quede en el rancho me llevaron a las milpas a trabajar
la primera misión quitar la hierbas que invadían las matas de frijol, otro día
has creo a sembrar semillas de maíz, lo mejor era cuando llegaba la camioneta verde
llevando la comida y de tomar los refrescos de sabores que uno podía escoger,
ya más tarde nos llevaban de regreso.
Algunos
tardes recorría la bardas de aquel jagüey, también conocidos como ollas de agua,
cajas de agua, aljibes, trampas de agua, son depresiones sobre el terreno, que
permiten almacenar agua proveniente de escurrimientos superficiales. Estaba ubicado enfrente de la Hacienda a veces
arrojaba piedras o tratando de ver las ranas o los famoso ajolotes, así pasaban
los días era Julio o Agosto ya no recuerdo solo que era tiempo de lluvia,
cuando se veía cerca era de que todos ponían recipientes para almacenar el agua
de lluvia.
Una
ocasión mis primos me invitaron a un viaje no recuerdo donde así subí en la
camioneta verde y nos llevó por el
camino hacia las milpas, algo retirado
del rancho paro en el cerro se bajaron
mis primos todos ellos eran mayores que yo, cuando yo estaba distraído
corrieron y me dejaron ahí, arrancaron la camioneta yo por más que corrí no los pude alcanzar, solo comprendí que lo mejor era caminar para
llegar a la hacienda que se miraba abajo solo empecé a caminar así llegue la hacienda, eran bromas eran pesadas yo a
mis 7 años eran todo, no hubo reclamos
ni castigo hoy que escribo esto quizá fue algo planeado por mis familiares para volverme hombrecito según sus
dichos, pero en realidad han de pensar que se olvidó pero no creo porque lo
estoy escribiendo.
Una tarde
en la cocina estaba llena de vaina seca de fríjol, me comentaron que había que
ayudar a desgranar y poner la semilla en los sacos, lo que hice me gusto pero la
hojas secas si se manejan mal te pichan o
te cortan las manos o los dedos así busque una bolsa de yute coloque
varias vainas, talle las semillas se separaban fácilmente así logre hacer más con menos esfuerzo, al
otro día fui aquella cocina pero ya no
había vaina solo sacos de semilla acomodados, le pregunte que paso ya me
comentaron que le había hecho como yo lo hice un día anterior fue más fácil.
Al pasar los días yo ya me quería
regresar con mi familia a la Ciudad de México, pero hacia donde así que estuve
preguntando por ahí con algunos conocidos, preguntaba si podía irme caminando,
solo miraba las vías del tren a lo lejos hacia el sur había caminar ese era mi
gran deseo regresar con mi familia, mis hermanos mis padres.
Una
madrugada me despertaron levántate mi tío no llevo a la central de autobuses,
ya estaba de regreso a la ciudad de México, así regrese a mi casa en la
Candelaria en Coyoacán lo primero que hice fue abrazar a mi Mama, vivir en la
hacienda fue difícil e interesante pero lo más triste fue que conocí a la abuelita
real y borro todo concepto que yo tenía por otra como los perjuicios pueden ser
avalados para juzgar una conducta pero así era en esos años.
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