martes, 12 de abril de 2016

Historias Mi amigo Fredy... sabes quién es.



Maximiliano conoció  a Fredy esa noche  la verdad parecía muy tranquilo ese oso regordete, lo que más se notaba eran sus  vellos ser miraban en esa camisa abierta  era lo más atractivo,  guapo  solo por aquellos lentes de  fondo de botella era su único defecto por el momento pero después de estar bailando y de tomar unos tragos tenía la  necesidad ya de salir del antro. el pasar un rato más íntimo con aquel ejemplar era el objetivo.

Ya era incontrolable para Maximiliano  aquellos fuegos de deseó que hacían de un beso, algo muy candente lo más rápido era buscar donde, pero siempre habrá un Hotel de paso para esos momentos efusivos.
En aquel lobby  del Hotel alguno del Centro de la Ciudad, donde ni se aprecia bien quién te atiende solo dan el costo de la noche así como las  llaves rápidamente, tomaron estas  con prisas para que nadie los vea así casi corriendo llegan por aquel pasillo para tomar el elevador y buscar  a la habitación 508, casi corriendo buscaron por aquel pasillo y una de esas puertas era el número de la habitación, entraron tan rápido aun no habían puesto el seguro  ya estaba Fredy con los pantalones hasta los tobillos y  sin camisa.
Aquella calentura empezaba   comiéndose  a  besos a Maximiliano, así como llegaron a la cama  hasta en el  ambiente se podía percibir la seducción y aquella escena, solo se escucha el clic del apagador para entre sombras solo ver el movimiento frenético ya algunas risas mezcladas con pequeños quejidos, después unos minutos la calma reino en aquella habitación 508.

Lo toques  a la puerta de ya había vencido la habitación y la luz cegadora filtrándose  por las persianas de aquella ventana, con un tremendo dolor de cabeza por la cruda despertaba Maximiliano, por un momento pensó que estaba en su casa pero no, era el despertar de  noche loca, pero no solo eso, el sueño pesado que lo hizo por un momento quedarse dormido, pero el dolor de cabeza palpitaba como martillo pero cuando la realidad tuvo  su destello se levantó tan rápido que miro a un costado de la cama y aquel osito Fredy ya no estaba, se levantó como pudo  el ver sus cosas busco su cartera, y esta no estaba solo en aquel pantalón de mezclilla,  sus llaves, ni su celular  lo habían robado, no solo Sorpresa pero también coraje, al ponerse la playera pudo percatarse De unos chupetones en lo era su pecho y uno más en su cuello, otro problema como ocultarlo pero  ese era un problema menor lo habían asaltado.
Solo le quedaban unas monedas  porque hasta las monedas de mayor denominación le habían quitado, como pudo salió de aquella habitación no encontró ni sus calcetines por lo que solo se puso los zapatos así con el pie desnudo  y pidió una disculpa a la camarera sólo miro la hora en aquel lobby del hotel y ya eran las 2.05 p.m. de la tarde del domingo.

Salió a la calle lo primero que hizo fue hablar en un teléfono público  a  Carlos uno de sus mejores amigos que era único teléfono que recordaba  y pasaron  unos 35 minutos llego en su auto  para llevarlo a su casa,  que  momentos incómodos  como decir a sus padres, como llegar tan tarde, como decir que lo había asaltado y   los chupetones,  como justificar la pérdida de su celular costoso y sus tarjetas de crédito y nomina, pero eso no fue todo hasta la tarjeta de la famosa tienda de mayoreo, ahora si comprendió que nunca es bueno cargar con las tarjetas cuando no las usas.
Finamente pudo cancelar las tarjetas  pero solo alguna de ellas tenía cargos por más, solo la única  explicación viable fue comentar que lo habían asaltado un secuestro exprés saliendo del antro, por la mente de Maximiliano recordando la risa de oso  Fredy como comentar que había sido presa de la persona que había tenido sexo.

Recordó que antes de llegar al Hotel con el Fredy este le comento que pasaran a una tienda de conveniencia y compraron una bebida con alcohol que ya no recuerda cual,  Fredy  le compartió ya no quería tomar, y solo recuerda  el sabor amargo que tenía lo último que recuerda es pecho velludo de aquel osito moviéndose frenéticamente   y ya no recuerda nada de lo que paso después.

Esa noche  mirando frente al espejo estaba desnudo observando su imagen en el espejo  y recordando si no le dolía alguna parte de su cuerpo y viendo si por había otro chupetón en alguna otra parte, se durmió muy  tarde con muchas dudas, con coraje, sin dinero, sin tarjetas lo  único que menciono que pinche oso estaba bien rico.         
         




No hay comentarios:

Publicar un comentario