Maximiliano conoció a Fredy
esa noche la verdad parecía muy tranquilo ese oso regordete, lo que más
se notaba eran sus vellos ser miraban en
esa camisa abierta era lo más atractivo,
guapo solo por aquellos lentes
de fondo de botella era su único defecto por el momento pero después de
estar bailando y de tomar unos tragos tenía la necesidad ya de salir del antro. el pasar un
rato más íntimo con aquel ejemplar era el objetivo.
Ya era incontrolable para
Maximiliano aquellos fuegos de deseó que
hacían de un beso, algo muy candente lo más rápido era buscar donde, pero
siempre habrá un Hotel de paso para esos momentos efusivos.
En aquel lobby del Hotel alguno del Centro de la Ciudad, donde
ni se aprecia bien quién te atiende solo dan el costo de la noche así como las llaves rápidamente, tomaron estas con prisas para que nadie los vea así casi
corriendo llegan por aquel pasillo para tomar el elevador y buscar a la habitación 508, casi corriendo buscaron
por aquel pasillo y una de esas puertas era el número de la habitación,
entraron tan rápido aun no habían puesto el seguro ya estaba Fredy con los pantalones hasta los
tobillos y sin camisa.
Aquella calentura empezaba
comiéndose a besos a Maximiliano, así como llegaron a la cama
hasta en el ambiente se podía percibir la seducción y aquella escena,
solo se escucha el clic del apagador para entre sombras solo ver el movimiento
frenético ya algunas risas mezcladas con pequeños quejidos, después unos
minutos la calma reino en aquella habitación 508.
Lo toques a la puerta de ya había vencido la habitación y
la luz cegadora filtrándose por las persianas
de aquella ventana, con un tremendo dolor de cabeza por la cruda despertaba
Maximiliano, por un momento pensó que estaba en su casa pero no, era el
despertar de noche loca, pero no solo
eso, el sueño pesado que lo hizo por un momento quedarse dormido, pero el dolor
de cabeza palpitaba como martillo pero cuando la realidad tuvo su
destello se levantó tan rápido que miro a un costado de la cama y aquel osito
Fredy ya no estaba, se levantó como pudo el ver sus cosas busco su
cartera, y esta no estaba solo en aquel pantalón de mezclilla, sus
llaves, ni su celular lo habían robado, no solo Sorpresa pero también
coraje, al ponerse la playera pudo percatarse De unos chupetones en lo era su
pecho y uno más en su cuello, otro problema como ocultarlo pero ese era
un problema menor lo habían asaltado.
Solo le quedaban unas monedas porque hasta las monedas de mayor denominación
le habían quitado, como pudo salió de aquella habitación no encontró ni sus
calcetines por lo que solo se puso los zapatos así con el pie desnudo y
pidió una disculpa a la camarera sólo miro la hora en aquel lobby del hotel y
ya eran las 2.05 p.m. de la tarde del domingo.
Salió a la calle lo primero
que hizo fue hablar en un teléfono público a Carlos uno de sus
mejores amigos que era único teléfono que recordaba y pasaron unos
35 minutos llego en su auto para llevarlo a su casa, que
momentos incómodos como decir a sus padres, como llegar tan tarde, como decir
que lo había asaltado y los
chupetones, como justificar la pérdida de su celular costoso y sus
tarjetas de crédito y nomina, pero eso no fue todo hasta la tarjeta de la
famosa tienda de mayoreo, ahora si comprendió que nunca es bueno cargar con las
tarjetas cuando no las usas.
Finamente pudo cancelar las
tarjetas pero solo alguna de ellas tenía cargos por más, solo la
única explicación viable fue comentar que lo habían asaltado un secuestro
exprés saliendo del antro, por la mente de Maximiliano recordando la risa de
oso Fredy como comentar que había sido presa de la persona que había
tenido sexo.
Recordó que antes de llegar al
Hotel con el Fredy este le comento que pasaran a una tienda de conveniencia y
compraron una bebida con alcohol que ya no recuerda cual, Fredy le
compartió ya no quería tomar, y solo recuerda el sabor amargo que tenía
lo último que recuerda es pecho velludo de aquel osito moviéndose
frenéticamente y ya no recuerda nada de lo que paso después.
Esa noche mirando frente
al espejo estaba desnudo observando su imagen en el espejo y recordando
si no le dolía alguna parte de su cuerpo y viendo si por había otro chupetón en
alguna otra parte, se durmió muy tarde con muchas dudas, con coraje, sin
dinero, sin tarjetas lo único que menciono que pinche oso estaba bien
rico.
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