martes, 19 de enero de 2016

Mis Historias 775 Mi cartera en la cintura


Me están asaltando y al principio me enoje y quise golpear al que quería robarme sin embargo algo me hizo cambiar de opinión lo pensé profundamente creo que no es la forma de reaccionar a veces los impulsos pueden ser el final  me salieron varias interrogantes como el saber porque la vida es tan compleja, porque para algunos es muy dura y para otros es muy fácil, volví a sentir el cañón de la pistola apuntándome en la cabeza, y la voz de aquel maleante la cartera y el celular, apenas había tomado ese transporte acababa de subir cuando mire aquella escena donde los ojos de los usuarios viéndome y mudos como otra persona desde aquel pasillo desvalijaba poco a poco a las persona, pero era muy rápido lo que hice fue sentarme en pasillo, en el suelo de camión, llevaba el dinero para mi viaje a la Yucatán en la cartera, y mi celular lo traía en la bolsa de la camisa se notaba a simple vista.

Pensando con los ojos cerrados preguntándome  si la vida acaso no es un gran teatro, en donde a todos nos toca actuar de alguna u otra forma somos parte de esta obra, pero porque a algunos les tienen que tocar los peores papeles.


Está robando para comer algo porque en esta vida solo se vive del más necesitado y ojalá que algún día alguien pueda hacer algo para cambiar esta situación. Algunos creen que con el amor todo se puede, a veces parece que sí, pero no siempre. El amor te va a dar todo, siempre se tiene que necesitar ese maldito dinero, ese que mueve a las masas. Ese que puede a veces hasta comprar una vida y quitarla también.

Regrese a la realidad con sonido de la pistola en mi cabeza la misma Voz el Celular y la cartera, solo tome mi celular y se di, pensé y mi cartera pero en ese momento el transporte pasaba por la entrada a una plaza y ahí los maleantes bajaron rápidamente para perderse entre aquel estacionamiento que tenía varias entradas y contra sentido jamás la policía los encontraría, lo curioso más adelante había una patrulla cobrando una infracción y haciendo efectiva una mordida o dar dinero para no aplicarla y en aquel a transporte la mirada perdida y el silencio de todos los habíamos sido robados, no hay justicia porque así es en México, solo pensé Gracias a Dios porque cuantas personas diariamente mueren asesinadas  porque resten a dar lo que con mucho sacrificio cuesta,  le hice la parada a la siguiente esquina baje y mejor tome taxi para llevará  a casa , la ganancia mi vida y mi cartera que nunca moví de mi cintura.

Llegando a casa solo me senté en la sala, pensando que la vida es tan frágil y en un momento podemos perderlo todo,  todo esto porque alguien quiso robarme por hambre y bueno sus razones las tuvo y ya no lo denuncie, solo la pérdida de mi celular pero en fondo no solo se fueron mis contactos que nunca recuperaría si no ese sentido de pensar hasta donde hemos llegado.


 Historia escrita por Betomex 


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