jueves, 3 de noviembre de 2016

Historias La Odisea




La vida para Arturo  su homosexualidad le  hacia  la vida era muy complicada desde sus inicios el sentir sensaciones raras con la gente de su mismo sexo lo confundían, y con el paso de tiempo eso empezó  a tomar caminos  complicados desde el Bullying en la casa por parte de sus hermanos, sus papas y familiares hasta en la escuela o con los vecinos cercanos, su temperamento y su forma de actuar lo delataban, pero que podía hacer si los perjuicios a los 9 años los perjuicios eran más.

A veces en casa su Mamá y sus hermanos lo reprimían, por ahí una ocasión lo mandaron con el Psicólogo de la escuela, comentaban que esas tendencias era curables, hasta lo intentaron meter a un internado, porque pensaban que lo homosexual se curaba  era una enfermedad.

Para Arturo como poder decirle a  la gente que era algo no se pude controlar, como controlar los movimientos  como impulsos que son involuntarios, como no dejar de voltear la mirada cuando veía un hombre,   ese rechazo se volvió en tristeza  que siempre llevaba  como en un caja donde solo se puede ocultar pero expresarlo esa casa la conocemos como el closet.

Con el paso del tiempo Arturo tenía 18 años  estaba por terminar la Preparatoria  y aun se encontraba en sumergido en el closet , no faltaba oportunidad  ya sea en  la calle, en cualquier lugar de donde estuviera al observar a los hombres que le llamaban la atención,  no faltaba momento para mirar  algún compañero o amigo guapo, algún desconocido, le faltaba conocerse  a sí mismo y el poder estar con alguien de su mismo sexo,  la pregunta cuándo y en donde  como algo inalcanzable quizá como sueño pero con un deseo vivo y latente que no dejaba de perturbarlo.

En esa  etapa  los perjuicios en la sociedad  lo asociaban con gente vestida, amanerada, obvia, etc., y los términos despectivos que siempre había escuchado llamado en alguna vez como, joto, maricón, amanerado, mujercito o gente de costumbres raras, etc., hasta tanto rechazo por algún momento  pensó en el suicidio.

Una  ocasión rumbo a la escuela por ahí en algún puesto de revista miro una revista que le hizo llamar la curiosidad y que por su portada no estaba dirigida ni  las damas y a los hombres heterosexuales, era una revista para gay, como el como muchos,  la compro y en su casa en su recamara con mucho interés y curiosidad empezó a leerla había muchos términos nuevos, palabras nuevas y desconocidas para él como pasivo, activo, Buga, etc., empezó a hojear  a observar y sobre todo a saber que no todo es como lo había imaginado, por ahí algunas fotos de hombres modelando no era de xxx, hombres varoniles, muy diferente como él los había imaginado, al final de aquella revista se podían leer las manera de contactar a los hombres gay en un aviso oportuno no había redes sociales solo era por correo convencional así como las recomendaciones de los lugares de ligue y de antros o discos o puntos de reunión, ahí estaba el camino para conocer a gente como uno.

Cada noche volvía a mirar su revista y hasta se masturbaba con las fotos de los modelos por la noches una vez concluido el acto, las guardaba debajo del colchón., poco a poco n supo que no  todo es como le había comentado o pensado que gente de ambiente las hay en todas las partes en todas las formas y estilos  sobre todo que le faltaba conocer mucho, pero lo mejor  ya sabía dónde ir la pregunta cuándo, porque el solo pensarlo hasta miedo tenía de encontrarse con aquellos perjuicios de siempre y que había crecido con ellos.

Un  sábado  junto  dinero adicional de porque todavía no trabajaba, por lo menos para poder entrar aquellos lugares que se anunciaban en esa revista,  busco el lugar más conocido y que estuviera cerca de casa y se enfilo a un lugar, busco la dirección y por entrar aquel lugar  hasta las piernas le temblaban, la manos  sudaban ese miedo a lo descocido que habrá detrás de ese pasillo  que habría era como enfrentar el abismo en mar después de las columnas de Hércules para los navegantes  antes de descubrir el nuevo mundo, donde se pensaba que había un sitio  de  seres  mitológicos.

Finalmente con las manos mojadas en sudor,  el miedo a flor de piel logro entrar por aquella puerta la luz roja de la iluminación, el piso alfombrado y olor a cigarro, la música en ese momento  bajo volumen, poca gente creo solamente él porque era demasiado temprano, pero poco tiempo después se fue llenando  y ver aquellos hombres de todos los tipos y estilos desde los más obvios hasta lo que no, empezó a comprender que ese era la realidad que tendría que descubrir ese realmente un mundo dentro otro mundo.

Era momento de  salir de closet pero no solo del closet si no también que situación con la familia, con sus padres con la sociedad, un reto que todos nos enfrentamos en algún momento y que presenta de diferente manera a cada uno, esa era un verdadero reto pero también el inició de otro camino.

La vida siempre será  un libro abierto y que siempre habrá que conocer el salir de closet, el de darse una oportunidad de conocer, el de vivir el ambiente desde un punto diferente, la vida gay no es de color de rosa o de sueños o fantástica es  complicada pero lo más importante es que el camino estaba ahí para conocerlo.