La vida para Arturo su homosexualidad le hacia
la vida era muy complicada desde sus inicios el sentir sensaciones raras
con la gente de su mismo sexo lo confundían, y con el paso de tiempo eso
empezó a tomar caminos complicados desde el Bullying en la casa por
parte de sus hermanos, sus papas y familiares hasta en la escuela o con los
vecinos cercanos, su temperamento y su forma de actuar lo delataban, pero que
podía hacer si los perjuicios a los 9 años los perjuicios eran más.
A veces en casa su Mamá y sus
hermanos lo reprimían, por ahí una ocasión lo mandaron con el Psicólogo de la
escuela, comentaban que esas tendencias era curables, hasta lo intentaron meter
a un internado, porque pensaban que lo homosexual se curaba era una enfermedad.
Para Arturo como poder decirle
a la gente que era algo no se pude controlar, como controlar los movimientos como impulsos que son involuntarios, como no
dejar de voltear la mirada cuando veía un hombre, ese rechazo se volvió
en tristeza que siempre llevaba como en un caja donde solo se puede
ocultar pero expresarlo esa casa la conocemos como el closet.
Con el paso del tiempo Arturo
tenía 18 años estaba por terminar la
Preparatoria y aun se encontraba en sumergido en el closet , no
faltaba oportunidad ya sea en la calle, en cualquier lugar de donde estuviera
al observar a los hombres que le llamaban la atención, no faltaba momento para mirar algún compañero o amigo guapo, algún desconocido,
le faltaba conocerse a sí mismo y el
poder estar con alguien de su mismo sexo, la pregunta cuándo y en donde como algo inalcanzable quizá como sueño pero
con un deseo vivo y latente que no dejaba de perturbarlo.
En esa etapa los
perjuicios en la sociedad lo asociaban
con gente vestida, amanerada, obvia, etc., y los términos despectivos que
siempre había escuchado llamado en alguna vez como, joto, maricón, amanerado,
mujercito o gente de costumbres raras, etc., hasta tanto rechazo por algún momento pensó en el suicidio.
Una ocasión rumbo a la
escuela por ahí en algún puesto de revista miro una revista que le hizo llamar
la curiosidad y que por su portada no estaba dirigida ni las damas y a
los hombres heterosexuales, era una revista para gay, como el como muchos, la compro y en su casa en su recamara con
mucho interés y curiosidad empezó a leerla había muchos términos nuevos,
palabras nuevas y desconocidas para él como pasivo, activo, Buga, etc., empezó
a hojear a observar y sobre todo a saber que no todo es como lo había
imaginado, por ahí algunas fotos de hombres modelando no era de xxx, hombres
varoniles, muy diferente como él los había imaginado, al final de aquella
revista se podían leer las manera de contactar a los hombres gay en un aviso
oportuno no había redes sociales solo era por correo convencional así como las recomendaciones
de los lugares de ligue y de antros o discos o puntos de reunión, ahí estaba el
camino para conocer a gente como uno.
Cada noche volvía a mirar su
revista y hasta se masturbaba con las fotos de los modelos por la noches una
vez concluido el acto, las guardaba debajo del colchón., poco a poco n supo que
no todo es como le había comentado o pensado que gente de ambiente las
hay en todas las partes en todas las formas y estilos sobre todo que le faltaba conocer mucho, pero
lo mejor ya sabía dónde ir la pregunta cuándo, porque el solo pensarlo
hasta miedo tenía de encontrarse con aquellos perjuicios de siempre y que había
crecido con ellos.
Un sábado junto dinero
adicional de porque todavía no trabajaba, por lo menos para poder entrar
aquellos lugares que se anunciaban en esa revista, busco el lugar más conocido y que estuviera
cerca de casa y se enfilo a un lugar, busco la dirección y por entrar aquel
lugar hasta las piernas le temblaban, la
manos sudaban ese miedo a lo descocido
que habrá detrás de ese pasillo que habría
era como enfrentar el abismo en mar después de las columnas de Hércules para
los navegantes antes de descubrir el nuevo mundo, donde se pensaba que
había un sitio de seres
mitológicos.
Finalmente con las manos mojadas
en sudor, el miedo a flor de piel logro
entrar por aquella puerta la luz roja de la iluminación, el piso alfombrado y
olor a cigarro, la música en ese momento bajo volumen, poca gente creo
solamente él porque era demasiado temprano, pero poco tiempo después se fue
llenando y ver aquellos hombres de todos
los tipos y estilos desde los más obvios hasta lo que no, empezó a comprender
que ese era la realidad que tendría que descubrir ese realmente un mundo dentro
otro mundo.
Era momento de salir de closet pero no solo del closet si no
también que situación con la familia, con sus padres con la sociedad, un reto
que todos nos enfrentamos en algún momento y que presenta de diferente manera a
cada uno, esa era un verdadero reto pero también el inició de otro camino.
La vida siempre será un
libro abierto y que siempre habrá que conocer el salir de closet, el de darse
una oportunidad de conocer, el de vivir el ambiente desde un punto diferente, la
vida gay no es de color de rosa o de sueños o fantástica es complicada pero lo más importante es que el
camino estaba ahí para conocerlo.